Durante los primeros tres días del año, al menos treinta cadáveres fueron ingresados a la morgue de Bello Monte.
Entre miércoles y jueves, fueron registrados cuatro cuerpos, dos fallecidos por causas naturales y dos por arma de fuego.
El cadáver de Víctor Ernesto Suárez, de 34 años de edad, se encontraba en la morgue desde la mañana del 31 de diciembre, cuando fue ingresado procedente del barrio La Coromoto, en San Martín. Su familia lo dio por desaparecido y este martes 2 de enero, cuando acudieron a verificar en la medicatura forense, encontraron el cuerpo.
El joven era obrero de la Misión Vivienda, en una construcción de Cumbres de Curumo. Fue visto por última vez el 30 de diciembre cuando bebía licor con sus amigos en la plaza Artigas. Fue asesinado en un sector cercano y le quitaron 10 mil bolívares que obtuvo a finales de mes como parte de la liquidación.
El cadáver fue localizado con tres disparos en el rostro y al menos dos, entre el pecho y un hombro. “Era un muchacho como cualquiera que tomaba y salía con sus amigos. Siempre nos venían con cuentos de que le había pasado tal o cual cosa y resultaban siendo mentiras, por eso no creímos que estaba muerto”, dijo su hermano, Rowdy Brown Suárez.
La familia vive en un refugio en la sede del Idea (Instituto de Estudios Avanzados), en Hoyo de La Puerta. Son damnificados de Carapita. Al joven lo expulsaron del centro de albergue porque tuvo una pelea con un vecino.
Alejado de seno familiar, el obrero se albergo en una pensión en San Martín. Cuando cobró la liquidación se fue a celebrar con sus amigos. La mañana del 30 de diciembre lo vieron bebiendo licor en la plaza de Artigas, frente a la estación del Metro. Un día después, llamaron a su madre para decirle que estaba muerto, pero “no creímos que fuera cierto”, comentaron.
Este 1ero de enero, un tío de Suárez que vive en Artigas, comenzó a buscarlo por la zona y le dijeron que el joven fue asesinado en La Coromoto. Fue a raíz de esa información que decidieron ir a la morgue, donde lo encontraron.
AA /LA VOZ