El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, convocó a los simpatizantes del gobierno a concentrarse frente a su sede el sábado, cuando debe ser reelecto en el cargo, para impedir a la oposición «conspirar contra el pueblo», cinco días antes de la investidura prevista del presidente Hugo Chávez, inmovilizado en La Habana por una severa infección pulmonar, 24 días después de haber sido operado de cáncer.
«Mañana estaremos en la Asamblea Nacional instalando su nueva directiva, invitamos al bravo Pueblo a seguir construyendo la revolución», escribió Cabello en su cuenta en la red social Twitter.
«Si la oposición cree que en la Asamblea encontrará un espacio para conspirar contra el pueblo se vuelve a equivocar, será derrotada», añadió en otro mensaje.
La oposición cuenta con 40% de las bancas en la Asamblea Nacional (unicameral).
La Constitución bolivariana prevé que si el presidente no puede asumir sus funciones, el presidente de la Asamblea Nacional debe asumir la presidencia temporaria y convocar a elecciones en un plazo de 30 días.
Los analistas anticipan que será reelecto Cabello, de 49 años, un ex teniente que participó en la intentona fallida de Chávez en 1992 y es el actual número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV-oficialista). De no ser así -dijo a la AFP Luis Vicente León de la encuestadora Datanálisis- quedaría en evidencia una división en el oficialismo.
Cabello, considerado como un chavista de línea dura, reafirmó esta reputación el jueves cuando reiteró que «con esta oposición (…) no hay conciliación posible».
La diputada Dinorah Figuera, del opositor partido Primero Justicia, liderado por el ex candidato presidencial Henrique Capriles, condenó este viernes las declaraciones de Cabello e hizo «un llamado al presidente próximo de la Asamblea Nacional que se vaya mañana a elegir (…) a que la alternativa democrática está abierta al diálogo venezolano, a la unión de toda la familia venezolana».
Tras regresar de la capital cubana el jueves, el vicepresidente Nicolás Maduro y Cabello atacaron a medios internacionales por una supuesta tentativa de desestabilización del país y a la oposición por ser el origen de «todas las campañas de rumores malsanos».
Maduro y Cabello, que por sus funciones serían los llamados a reemplazar interinamente a Chávez en momentos diferentes según la Constitución mientras se llevan a cabo elecciones presidenciales, se mostraron unidos y atacaron al diario ABC de España, que escribió sobre una supuesta lucha de poder entre ambos dirigentes.
Sin embargo, a pesar de la gravedad del estado de salud de Chávez, ninguno de los dos hombres fuertes del chavismo se refirió a qué es lo que ocurrirá el 10 de enero, cuando constitucionalmente termina el segundo mandato de seis años del presidente Chávez y comienza su tercero, para el que fue reelecto el 7 de octubre con 55% de los votos.
Chávez sufre una «severa infección pulmonar», según el gobierno, lo que especialistas consideran como un avatar frecuente y a veces fatal para los enfermos de cáncer.
«Hasta un 50% de los decesos de enfermos afectados de tumores sólidos es provocado directamente o indirectamente por infecciones», según una presentación del Doctor Thierry Berghmans, del hospital Instituto Jules Bordet de Bruselas.
Antes de partir a La Habana para operarse, Chávez estableció que en caso de que quede inhabilitado para ejercer la presidencia, quien debe asumir interinamente es Maduro -de 50 años y también canciller- y a quien consagró también como el candidato del PSUV a la presidencia en caso de que haya que convocar a elecciones. Cabello aceptó esa decisión.
Maduro, un ex sindicalista del Metro de Caracas y conductor de autobús, se adhirió al Movimiento V República fundado por Chávez después de que fuera indultado, ocupó la presidencia de la Asamblea Nacional y desde 2006 se desempeña como ministro de Relaciones Exteriores.
Al revés que Cabello, Maduro es considerado como un político de diálogo, más flexible y pragmático.
AFP