Más de diez países europeos se han visto involucrados en arreglos partidos en sus respectivas ligas
Madrid/AP, La integridad del fútbol está siendo cuestionada en momentos en que jugadores, árbitros y dirigentes son «comprados» por organizaciones de apuestas ilegales que cada día tienen más injerencia en el deporte más popular del mundo.
El balompié peligra más que nunca porque delincuentes y clubes se pelean por sacar tajadas cada vez más grandes de las enormes ganancias que genera el deporte.
«Ha aumentado mucho el arreglo de partidos», afirmó David Forrest, economista de la facultad de administración empresaria de la Universidad de Salford, en Manchester, y coautor de un estudio publicado en el 2012 sobre el tema. «Hubo un aumento sustancial en relación con hace cinco años».
Otros fueron más allá. «El estado del fútbol es desastroso», manifestó Chris Eaton, director de integridad deportiva del Centro Internacional para la Seguridad en el Deporte (conocido como ICSS, sus siglas en inglés). «El arreglo de partidos en beneficio de organizaciones delictivas de apuestas es endémico en todo el mundo. Pasa todos los días de forma descarada. Moldavia. Serbia. Rusia, Finlandia. Suiza. Bélgica. Italia. Grecia. Turquía… Dígame cuando quiera que pare».
En las últimas semanas surgieron escándalos por arreglo de partidos en Zimbabue, Polonia y la República Checa.
Una combinación de factores hizo que se llegase a este estado de cosas.
Ha habido una explosión de apuestas por internet –legales e ilegales– y el fútbol es de lejos el deporte que más movimiento genera. La globalización aumentó la popularidad de los clubes, que resultan más vulnerables a la corrupción a raíz de malos manejos administrativos y la crisis económica de los últimos años.
Organizaciones criminales se dieron cuenta de que es mucho más fácil transferir las ganancias de las apuestas ilegales que el dinero generado por el tráfico de drogas, el contrabando de artículos y la trata de personas, según la Interpol. Y expertos en el tema como Forrest aseguran que pocas industrias lavan dinero con más eficiencia que las que operan apuestas ilegales.
«Estos son delincuentes en serio. La mafia italiana, bandas chinas, la mafia rusa», dijo Sylvia Schenk, experta en deportes de Transparencia Internacional, una agrupación que observa la corrupción en cada país.
Este año solamente hubo investigaciones de arreglo de partidos en al menos 50 países, casos que involucran a cientos de personas. Un reciente caso de arreglo de partidos en Bochum, Alemania, sacó a la luz 320 partidos arreglados en 10 países. Sportradar, firma que según el informe de Forrest es la que mejor informada está sobre el mundo de las apuestas ilegales, calcula que tan solo en Europa podría haber unos 300 encuentros arreglados por año.
Ralf Mutschke, jefe de seguridad de la FIFA, admite que el organismo rector del fútbol subestimó la magnitud del problema de arreglo de partidos y la UEFA se comprometió a tomar cartas en el asunto.
«La escala es tal que ningún país puede lidiar con este problema por sí solo», expresó el comisionado de deportes de la UE Androulla Vassiliou.
En Europa hay un dicho: Si los ministros de la UE emiten comunicados conjuntos, señal de que se está quemando la casa.
Las apuestas deportivas generan toneladas de dinero y el 90% de ese dinero proviene del fútbol, según dijo a la Associated Press el director de la Interpol Ronald Noble. Eaton, el ex experto de la FIFA, calcula que recaudan unos 500.000 millones de dólares al año.
El arreglo de partidos busca sacarle el máximo jugo a las apuestas y también hacer que un equipo acceda a una liga más redituable, con mejores contratos televisivos.
La FIFA estimó que el crimen organizado recibe 15.000 millones de dólares anuales por el arreglo de partidos. El último escándalo registrado en Italia le produjo 2.000 millones de euros (2,6 millones de dólares) a la camorra y la mafia, de acuerdo con Eaton.
La corrupción puede alejar anunciantes, algo que inquieta a las autoridades deportivas, pero estas no han logrado demasiados progresos en la lucha contra ese flagelo.
«Parecen indefensas ante los recursos transnacionales» con que cuenta el crimen organizado, indicó el informe de este año.
Algunos funcionarios dicen que el problema no es tan grave.
El secretario general de la UEFA Gianni Infantino dice que un promedio de 207 partidos –el 0,7%– muestran algún indicio de irregularidad todos los años, «lo que no quiere decir necesariamente que hayan sido arreglados».
«Es un problema pequeño, pero es como un cáncer», expresó. «En términos generales, sin embargo, las competencias de la UEFA son muy saludables en ese terreno».
La FIFA suspendió a por lo menos 51 personas este año, de Croacia, Finlandia, Guatemala, Italia, Nicaragua, Portugal, Corea del Sur y Turquía. De ellas, 22 suspensiones fueron de por vida.
Algunos castigos afectaron a figuras prominentes, como Antonio Conte, técnico de la Juventus, quien fue inhabilitado por un mes en septiembre por no reportar un caso de arreglo de partido.
El crimen organizado no discrimina y le apunta a todo tipo de encuentros. Copas mundiales, Liga de Campeones, competencias regionales y locales. Lo que venga, incluidos duelos amistosos.
El objetivo principal es encontrar partidos cuyos protagonistas ganan poco y que pueden generar muchas apuestas, reveló Forrest. Los choques muy desiguales de eliminatorias de la Copa Mundial son un blanco predilecto porque hay equipos que de antemano saben que no tienen posibilidades de clasificarse y sus jugadores pueden ser tentados con la posibilidad de hacer algún dinero extra.
Situaciones parecidas se producen al final de los campeonatos nacionales, cuando un equipo lucha desesperadamente por salir campeón o por evitar el descenso.
Hasta hace poco, el arreglo de partidos era un fenómeno exclusivo de sitios como Asia o los Balcanes. Pero ahora es un fenómeno global porque hay mucho dinero en juego, en buena medida por las apuestas.
«Se puede ganar mucho dinero si uno apuesta fuerte. En la mayoría de los deportes se puede apostar muy poco», declaró Forrest.
¿Cuánto se está dispuesto a pagar para arreglar un resultado? El arquero de Ghana Richard Kingston dice que durante la Copa Mundial del 2006 en Alemania le ofrecieron 300.000 dólares para ir a menos en un choque con la República Checa, que él rechazó.
En Italia se comprobó que se puede pagar hasta 400.000 euros (516.000 dólares) para arreglar un partido de la Serie A, según investigadores.
La fórmula habitual –un jugador cobra para ir a menos o un árbitro se compromete a incidir en un resultado– también está variando. En la era de las apuestas por internet, se apueste en pleno partido y no solo a quien va a ganar, sino también a cuál va a ser el margen de la victoria, cuándo se anotarán los goles o cosas como quién va a ejecutar el próximo penal.
Estas apuestas en vivo «pueden ser particularmente lucrativas para los delincuentes», de acuerdo con el informe de Forrest, porque aumentan la cantidad de apuestas que se hacen sobre un partido arreglado de antemano.
Uno de los casos más sonados de corrupción fue el del Fenerbahce turco, que en el 2011 ganó 16 de 17 partidos de la liga nacional. Su presidente Aziz Yildirim, sin embargo, fue hallado culpable de arreglar cuatro partidos e influir en el desenlace de otros tres, prometiéndole a los jugadores que serían contratados por su club o comprando a árbitros.
Yildirim fue una de 93 personas enjuiciadas este año en Turquía por arreglar partidos, incluidos 14 jugadores.
El defensor serbio Boban Dmitrovic afirmó que en su país es bastante común que dos equipos se pongan de acuerdo en torno al desenlace del partido antes de jugarlo.
«Antes del encuentro los jugadores recibían una nota. Tenían que cooperar porque de lo contrario sus carreras peligrarían», declaró Dmitrovic al sindicato de futbolistas FIFPro.
Los expertos dicen que el asunto funciona así: quienes toman las puestas deciden cuánto van a pagar, sin saber que un partido ha sido arreglado. Poco antes del comienzo del encuentro, las organizaciones delictivas colocan una andanada de apuestas al mismo tiempo, usando a menudo las cuentas de internet de gente humilde. Si apuestan en pleno partido, en torno al resultado al final del primer tiempo y cosas por el estilo, se pueden colocar varias apuestas.
Noventa minutos después, a cobrar.
El jugador corre peligro de ser agredido si no colabora. Y la amenaza a veces viene de un compañero. En Italia un arquero acosado por el crimen organizado terminó drogando a sus compañeros y uno de ellos se estrelló con su auto posteriormente, desatando una investigación en la que se comprobó el arreglo.
El mediocampista croata Mario Cizmek dijo que aceptó incidir en el resultado de un partido en el 2011 porque ni él ni sus compañeros cobraban sueldos desde hacía un año. Pero luego fue presionado constantemente para que siguiese yendo a menos. El representante de la organización delictiva que lo presionaba era un viajo amigo, algo típico de estos casos, en los que un conocido convence a un jugador de se venda, según Forrest.
Árbitros en la mira
Los árbitros también son comprados a menudo. Dmitrovic afirmó que cuando las cosas no iban según lo planeado en un partido en Serbia, intervenía el árbitro para tratar de inclinar la balanza.
«Siempre sabían lo que estaba pasando», expresó.
En el 2011 hubo dos partidos amistosos en la ciudad turca de Antalya –Bolivia-Letonia y Bulgaria-Estonia– que parecieron muy sospechosos, ya que los siete goles anotados llegaron por la vía de penales cobrados por los silbatos. La revista alemana Stern informó luego que en el partido de Bulgaria solamente se habían apostado 6,9 millones de dólares.
La FIFA suspendió de por vida a seis dirigentes de Europa oriental involucrados con esos partidos.
Las autoridades dicen que hay que proteger mejor a quienes denuncian la corrupción.
El defensor italiano Simone Farina rechazó una oferta de 200.000 euros (261.000 dólares) para ir a menos en un partido el año pasado e hizo una denuncia ante la policía. La FIFA lo homenajeó, pero en el terreno de juego se sintió un paria, despreciado por otros jugadores que lo trataron como un delator.