El alero ocumareño Jhornan Zamora tiene su objetivo claro con los Trotamundos de Carabobo en la próxima temporada del baloncesto profesional venezolano
Desde que llegó a los entrenamientos el pasado jueves, no ha dejado de sonreir. El entusiasmo por jugar su primera temporada completa en Venezuela, con su equipo Trotamundos de Carabobo, se le nota en el rostro y en la actitud al mirandino Jhornan Zamora.
Luego de nueve años en España, de haber conseguido la nacionalidad el año pasado y convertirse en un “criollo español” para el baloncesto de ese país, está en Valencia para apoyar en cualquier oportunidad al “Expreso Azul”.
Y es que la vida le cambió a Zamora para reencontrarse con sus afectos.
“Tenía 8 años que no pasaba navidades con mi familia y debido al compromiso con Trotamundos hice un contrato en España donde jugaba hasta mediados de diciembre y luego regresaba a Venezuela para estar desde el primer día. Esto me permitió estar en casa, en Ocumare del Tuy con mi familia, mi esposa Yelitza, mi hermano, mis primos, disfrutar de la familia de los amigos, salir a la calle y que la gente me reconozca es reconfortante y te hace como más fuerte, te reafirma la responsabilidad que tienes con el equipo para el cual juegas”.
Zamora cuenta con 23 años, recuerda los pocos días que estuvo con el equipo cuando Narvarte debió viajar a los Juegos Olimpicos, el año del record de 44 triunfos pero solo tuvo pocas actuaciones con Iván García como encargado del equipo.
“Preferí regresar a España porque pasaba más tiempo en la banca que jugando. Ahora pienso que tenía que transcurrir el tiempo y todo se dio para que sea este año que yo pueda ayudar”.
En relación a sus metas personales expresó que no se plantea metas personales. “Sólo hay una palabra en mayúscula, ayudar, donde y lo que quiera el técnico lo haré. No estoy encasillado en ningún rol, eso lo decidirá el técnico Cintrón. Si en un momento dado quiere que le dé frescura a David Cubillán, lo haré, si quiere que haga una cortina, lo haré, sé que puedo organizar, llevar el balón …lo importante es lo que necesite el equipo, estoy dispuesto a sacrificar lo que sea por el equipo, porque lo importante es ganar juegos que nos hagan conquistar el campeonato”.
-En Europa se juega con esquemas diferentes –señala Zamora– la concepción del juego es más colectiva, por ejemplo si allá hacer 10 tiros lo consideran mucho, en cambio aquí es al revés. Estoy claro que debo adaptarme pero sé que si somos capaces de hacer los pases a los pivots tenemos opciones, hay que habilitar a los lanzadores, hay que hacer el trabajo para el equipo no para logros individuales de algún jugador.
Jhornan no es tan beisbolero como debería y lo aclara. “En mi casa, mi papá es del Caracas y mi mamá del Magallanes y para no parcializarme por ninguno, me mantuve al margen del beisbol, pero con 9 años en España me aficioné por el fútbol y por supuesto por el Real Madrid. Por eso sé lo importante de la fanaticada. Sé que los fanáticos de Trotamundos son muy exigentes y quiero que sepan que voy a hacer todo lo posible por no decepcionarlos, me han apoyado mucho antes de estar con el equipo y espero seguir siendo merecedor de ese apoyo. El respaldo que me dio Trotamundos y el fanático del equipo me llevaron a la Selección Nacional. Mi gente de Ocumare del Tuy me tiene siempre en cuenta y eso para mi es muy importante se siente bien tener tanto cariño de parte de los fans”.
Zamora es un jugador carismático tanto en la práctica como en los juegos, su estilo europeo de jugar y su historia de vida es si se quiere diferente. Llegó al baloncesto de la mano de su tío Luis Mota, su hermano y primos con los que jugaba. Fue a España con una meta fija conseguir un camino y luego de 9 años lo logró. Se casó con su novia desde los 12 años, Yelitza, que lo ha acompañado en toda su aventura europea y ahora lo acompaña en su aventura en su propio país.