Este es el coro de una de las más populares canciones navideñas de nuestra tradición, interpretada por la orquesta de Billo’s Caracas Boys. Es sin duda una aspiración compartida por toda la humanidad, que el cierre de un año, de un ciclo, implique dejar a tras lo malo y la llegada de nuevas y buenas realidades.
Nuestro país también se encuentra en el cierre de ciclos y la apertura hacia nuevos escenarios y realidades que coinciden con esta fecha, con este “corte de cuenta” que implican la Navidad y el Año Nuevo.
Creemos firmemente en que el solo hecho de encontrar al colectivo a la expectativa por el cierre de una etapa y el comienzo de otra, es el terreno mejor abonado para empezar a generar cambios para bien. Se trata de uno de esos privilegiados momentos en los cuales todos estamos en la misma energía, y en este caso es una energía positiva, profundamente poderosa para materializar el bienestar.
También es una circunstancia de buenos propósitos, de proponernos hacer lo bueno en nuestra cotidianidad y de perseverar en ello.
Pensamos que el primer propósito debe ser accionar, involucrarse, ser proactivos. Comenzar el 2013 reforzando esta conducta positiva es el único modo que tenemos de asegurar que la era que se abre va a ser mejor que la que cerramos.
Se trata de ser propositivo en lo personal, en lo familiar, en la comunidad y en el país. Si nuestra nueva conducta repercute en el entorno en el cual nos desenvolvemos, sin duda veremos de regreso resultados que nos servirán como refuerzo para seguir alimentando esa “vida nueva” a la cual legítimamente aspiramos.
Muchos de nosotros desestimamos el poder de una sencilla acción como disparador del cambio; y no medimos el hecho de que muchas personas haciendo algo que esté a su alcance, son los detonantes de los grandes cambios de la humanidad.
Sin duda una circunstancia como esta del cambio de año es una oportunidad de oro para sincronizar voluntades, y enfrentar lo que tenemos pendiente como individuos y como miembros de un colectivo.
Muchos venezolanos hemos hecho nuestra tarea y por ello debemos confiar en que los ciclos que se abren tras cerrar una etapa, sean para mejor, Pero no podemos tampoco abandonarnos a la inercia de lo ganado, sino empujar cada día de este entrante 2013, el carro de los cambios. Sí, los 365 días por venir traen cosas nuevas; pero son cosas nuevas que vamos a construir, que vamos a generar, que dependen de nuestra voluntad, que no nos van a llegar hechas ni solas.
Sí vale aquel recurso de hacerlos listados de lo que aspiramos para los días por venir; pero no lo decimos como un recurso esotérico –con todo el respeto para quienes crean en ello- sino como una manera de crear un proyecto de vida, un mapa de ruta, una jerarquización de propósitos. Y sí coincidimos en el llamado de algunas tendencias espirituales de llamar a incluir en esos listados de nuevo año a la parte colectiva de nuestra vida, como ejercicio responsable de vida, de concientización de que somos parte de un colectivo al cual también nos debemos.
Decían las sabias abuelas: “A Dios rogando y con el mazo dando”. El ambiente invita a una vida mejor. Pero si ese cambio de vida no parte de nosotros, este nuevo año será otra oportunidad perdida. La decisión depende de cada uno de nosotros; pero la decisión sin la acción no sirve de nada. ¿Cuál va a ser nuestra respuesta a esta invitación que nos hace la vida?
El nacimiento
La tradición venezolana del pesebre sigue otorgándonos gratas anécdotas que nos conectan con la espiritualidad, como la de la familia Mora, quienes realizan desde hace 41 años un nacimiento que ocupa unos 25 metros cuadrados en su casa de la tradicional parroquia caraqueña de La Pastora.
La consecuencia con nuestras tradiciones es uno de los más sólidos pilares para consolidar la Venezuela que queremos y necesitamos. Honrar las costumbres que adquirimos de nuestros antecesores y seguir consolidándolas es una de las mayores fuentes de paz y bienestar.
Los regalos
Seguimos demostrando que en la genética del venezolano está la generosidad muy presente. Es verdad que los centros comerciales se desbordaron de gente y que eso se puede interpretar como un consumismo desbordado.
Pero también podemos ver el vaso medio lleno y observar cómo los venezolanos se preocupan por llevar al menos un detalle para cada uno de sus seres queridos, de las personas que importan en sus vida, y más aún, llegar a grandes sacrificios por llevar los mejores regalos que puedan para sus hijos. Ese desprendimiento, ese obsequiar hasta el sacrificio propio, es uno de nuestros más nobles rasgos que se manifiestan por estos días.
Más política y twitter
Las redes sociales siguen cobrando protagonismo en el movimiento político mundial. Esta vez es el italiano Mario Monti, primer ministro dimisionario, quien está utilizando el micro blogging para relanzar su carrera política y exponer cuáles son sus pasos futuros, sus intenciones y propuestas.
En sus nuevos tweets propone seguir hacia adelante y reafirma que lamentarse no sirve de nada. Su nueva posición participada a sus audiencias a través de la red del pajarito azul, ya le ha conseguido apoyo de varias organizaciones, demostrando que el flujo informativo es muy diferente en la política de estos tiempos.
David Uzcategui / @DavidUzcategui