Según relató Carmen Sierra, vocera del consejo comunal San Miguel II, cuando llueve la comunidad se mantiene en vigilia, debido a que el terreno está cediendo. El problema involucra a más de 150 casas
Quedarse en la calle y perderlo todo. Desde hace 4 años, ese ha sido el mayor temor de las más de 100 familias que residen en el sector La Ponderosa de la comunidad de San Miguel, ubicada en el municipio Urdaneta, donde el terreno en el que están construidas las viviendas ha cedido más de dos metros como consecuencia de la erosión, las lluvias y, principalmente, por la carencia de drenajes de aguas fluviales. Así lo manifestaron los vecinos del lugar, quienes aseguran estar a la intemperie y a la buena de Dios ante esta problemática que también pone en riesgo al caserío adyacente de Mario Moronta.
Carmen Sierra, vocera del consejo comunal San Miguel II, aseguró que cuando llueve la comunidad se mantiene en vigilia, pues el terreno está visiblemente fracturado y se debilita mucho más cada vez que llueve. “Este es un problema que involucra a más de 150 casas. Es un riesgo para la vida de todos”, dijo Sierra, al explicar que han acudido, en reiteradas ocasiones, tanto al Ministerio de las Comunas como a las autoridades nacionales y municipales para pedir ayuda, pero hasta la fecha no han obtenido una respuesta concreta de algunas de las instancias.
“El 7 de julio del año 2008 introdujimos un proyecto ante el Gobierno, el año pasado llevamos un borrador ante la Vicepresidencia de la República, cuando estaba bajo la responsabilidad de Elías Jaua, y tampoco nos dieron respuesta. Y el alcalde Edicson Sarmiento jamás nos ha dado la cara”, expresó la dirigente comunal, quien formuló un llamado a la Gran Misión Vivienda Venezuela y al Inavi para que evalúen la situación y construyan un muro de contención, para evitar que se desplome la terraza donde están construidas las viviendas.
“Aquí no tenemos problemas con el agua ni la luz, pero sí tenemos este calvario”, contó angustiada la representante de las familias afectadas. En este sentido, Sierra señaló que requieren un muro de 70 metros de largo por 6,7 metros de altura para evitar que colapse la única calle del sector. “Tememos quedar incomunicados, ese es el mayor miedo de nosotros. Además de perderlo todo, ya que por aquí también transitan vehículos afectando cada día más al terreno”.
Exigen plan de asfaltado
Por su parte, los vecinos de la calle El Matacán también exigieron al primer mandatario local ejecutar un plan de asfaltado para recuperar la arteria vial de la zona, debido a los daños ocasionado por Pdvsa, el año pasado, cuando instalaba las tuberías para surtir de gas comunal a los pobladores.
“Ese gas nunca llegó, lo que hicieron fue dañarnos la vía que era una de las mejores de la comunidad. Pedimos a Pdvsa que se responsabilice por los daños”, apuntó la vecina Yelimar Sierra. Los jóvenes de la comunidad también exigieron la construcción de una cancha deportiva, a fin de obtener un espacio digno para la recreación y el deporte.
MIP-TUY / Julio Materano
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