Mi artículo anterior ha desatado la furia y los demonios dentro de los inquisidores de la revolución. Ellos se creen más revolucionarios que Chávez o quizas más que Fidel o el «Ché» Esta gente piensa que son dueños de la verdad, del aire y de la vida. Solo ellos existen, piensan y razonan. Son los Suma Cumlaudem de la revolución. Son los Ágora y los dueños del destino y de la vida del presidente Chávez. Pero a pesar de todo lo que se creen ellos, no son más que unos vulgares y estafadores de los verdaderos sueños y esperanzas de un pueblo que desde hace casi un siglo está soñando con una vida y un mundo mejor.
Ya, no se que sentir por esta gente que solo sirve para el insulto y la mediocridad. Estos son los mismos que llenan todas las instituciones del estado de ineficiencia y soledad. Son los mismos que han torpedeado todos los esfuerzos que ha hecho el comandante presidente por aplicar las «Tres Erres» dentro de esas instituciones. Son los mismos que van a marchar con su franelita roja pero que a la vez sabotean todas las obras del gobierno. Esta gente solo sirve para ofender, para lo malo y para lo ridiculo.
Por una simple opinión que hice sobre Mario Silva (la cual ratifico) y sobre la enfermedad del presidente, llenaron mi correo con groserías e insultos que ni siquiera una prostituta de arrabal se atrevería proferir. La verdad que lo lamento por ellos. Yo no me voy a rebajar como ellos lo hacen. No, yo no naci para eso. La educación que me dieron mis padres y la formación academica que tengo me lo impiden. A mi me educaron para decir la verdad cueste lo que me cueste. Yo no me arropo con una franela roja para que me digan que soy un revolucionario. Yo no me dejo manipular por nadie. No mis queridos inquisidores, yo no soy como ustedes. Los que me conocen saben como pienso y como actúo. Yo no tengo porque rendirles cuentas a ustedes.
Este tipo de personas no quieren entender que hombres e ideas son dos cosas distintas. Los hombres pasan, las ideas perduran por siempre. El hombre puede morir, las ideas no. Si las ideas socialistas y el hombre van por el mismo camino, la revolución triunfará. Pero si este hombre abandona esas ideas y desvía su camino, ella fracasará. Esto, ustedes jamás lo entenderan por que ustedes se creen los dioses del olimpo revolucionario.
Gente como ustedes carecen de ideas y de principios. Si poseyeran algunas de estas cualidades, no se expresarían tal como lo hacen. Lo que dije sobre la enfermedad del presidente lo dije basandome en algo que dijo nuestro libertador. «Cuando el clarin de la patria llama, el llanto de la madre calla» Nosotros estamos llorando la enfermedad del presidente, pero este llanto debe cesar ante el eminente peligro que correría la patria con su desaparición o su imposibilidad de asumir nuevamente la presidencia. Quieranlo ustedes o no, esa es una posibilidad real y cierta. El mayor peligro lo veo dentro del mismo gobierno. Hay ambiciones por todos lados que pronto brotaran como hongos por todas partes en ausencia del comandante. Solo la ferrea unidad del pueblo y sus deseos de continuar el camino hacia el socialismo, nos salvará de estos canallas.
Por último les pido que no pierdan su tiempo tildandome de escuálido pidiendome que me inscriba en algún partido de la oposición, por que jamás los voy a complacer porque mis ideas no tienen precio. Les repito, yo no soy como ustedes que se disfrazan de ovejas que solo esperan como lobos el bocado que les pueda ofrecer la revolución y Chávez para ustedes es un bocado muy apetitoso. Mientras tanto respiren profundamente y traten de ilvanar aunque sea una sola idea que le deje algo al pueblo, o escriban algo que sirva aunque sea para meditar lo que ustedes dicen. Los inquisidores de la crítica revolucionaria como ustedes nunca lograran lo que persiguen: acabar con el proceso que inicio el comandante Chávez. Por eso lo único que puedo sentir es lástima y pena ajena.
Nelson Lanz Fuentes / kabanayen@hotmail.com
Fuente: Aporrea.org