Una encuesta a oncólogos revela que algunos piensan que mejoran sus ingresos cuando les indican a sus pacientes tratamientos con quimioterapia y otros fármacos, lo que plantea el problema de los conflictos de interés y el exceso terapéutico.
Un equipo halló que los oncólogos, los cirujanos oncológicos y otros profesionales especializados en cáncer que cobran según la cantidad de servicios que proporcionan eran siete veces más propensos a decir que sus ingresos crecen cuando supervisan la quimioterapia de sus pacientes, comparado con los médicos que reciben una tarifa plana o un salario.
«Existen pruebas de que los médicos responden a los incentivos económicos (…) De modo que pienso que algunos pacientes deberían saber que los médicos que indican quimioterapia se benefician económicamente», dijo la autora principal, doctora Nancy Keating, de la Facultad de Medicina de Harvard y del Hospital de Brigham y Femenino, en Boston.
El equipo de Keating, cuyos resultados publica Journal of Clinical Oncology, explica que algunos oncólogos realizan la quimioterapia y otros tratamientos en sus consultorios.
De hecho, estudios previos habían demostrado que el 65 por ciento del ingreso de los consultorios oncológicos proviene de la administración de los tratamientos. El resto, de la evaluación y el manejo de la enfermedad.
Son varias las ventajas de recibir el tratamiento en el consultorio del oncólogo, como no tener que trasladarse a un hospital, pero a algunos les preocupa que esa práctica incentive a los médicos a indicar más tratamientos de quimioterapia o fármacos más costosos porque recibirán más dinero.
En la última década, el Gobierno de Estados Unidos intentó reducir el margen de ganancia que podían obtener los oncólogos con la administración de la quimioterapia, pero, para Keating, eso no resolvió el problema.
El equipo analizó los resultados de una encuesta realizada entre el 2005 y mediados del 2007 a 480 oncólogos de todo el país.
La mayoría aseguró que sus ingresos no variaban si indicaba el uso de quimioterapia u otros fármacos o si derivaban a sus pacientes a otros especialistas o centros de cuidados paliativos.
Pero un 27 por ciento dijo que sus ingresos aumentarían según la cantidad de quimioterapia que administrara, mientras que un 25 por ciento obtendría más dinero si recetara más factores de crecimiento, como las hormonas, que controlan el crecimiento celular.
Los médicos que cobraban según la cantidad de servicios proporcionados (lo que se conoce como honorario por servicio) eran siete veces más propensos que los doctores asalariados a decir que sus ingresos mejorarían si ellos les indicaran quimioterapia o factores de crecimiento a más pacientes.
Los médicos con consultorios propios, individuales o en pequeños grupos, eran nueve veces más propensos que los especialistas hospitalarios a decir que ganarían más dinero si les administraran la quimioterapia a sus pacientes.
El equipo consideró que esto demuestra que es necesario implementar otro método de pago a los médicos «para contrarrestar o eliminar los incentivos, reducir el uso de servicios innecesarios y garantizar que los recursos de atención de la salud se utilicen de la manera más efectiva».
Hasta entonces, Keating recomendó que los pacientes les pregunten a los médicos si obtendrían algún beneficio económico con sus tratamientos.
«Es algo que me gustaría saber», indicó. «Sé que no es una pregunta fácil, pero pienso que hay que saber y es una pregunta bastante justa», agregó.
Journal of Clinical Oncology