Gobierno lanzará un nuevo programa para esterilizar a miles de canes vagabundos, en el cual enviarán 25 unidades quirúrgicas móviles a vecindarios donde la gente podría aprovechar para esterilizar a sus mascotas de manera gratuita
MÉXICO. La muerte de cuatro personas presuntamente a causa de las mordeduras de perros cimarrones en un parque de la Ciudad de México ha encendido un debate sobre la relación de amor/odio de la urbe con su población canina callejera, y sobre la culpabilidad o inocencia de los canes.
El alcalde Miguel Angel Mancera dijo que el gobierno lanzará un nuevo programa para esterilizar a miles de canes vagabundos, en el cual enviarán 25 unidades quirúrgicas móviles a vecindarios donde la gente podría aprovechar para esterilizar a sus mascotas de manera gratuita.
Los defensores de los animales exhortaron a los habitantes que reflexionen sobre la cultura de las mascotas, en la que muchas veces los animales son vistos como desechables, y critican que las autoridades no han logrado prohibir la venta de perros y gatos en las calles.
Fotos de los tristes y flacos perros callejeros capturados en la zona arbolada donde ocurrieron los asesinatos desataron en Twitter una campaña donde claman su inocencia y piden a las autoridades no sacrificarlos. Muchas personas reenviaron las imágenes de los perros, una serie de canes de pequeños a medianos de raza mestiza enjaulados en una perrera de la populosa y empobrecida delegación Iztapalapa, un distrito en el sureste de capital mexicana.
«No estamos tomando ninguna decisión, los perros están en un albergue y hay que valorar su estado de salud», dijo el jefe de gobierno a los reporteros.
Vecinos del Cerro de la Estrella, un monte parcialmente arbolado en Iztapalapa, encontraron los cadáveres de una mujer de 26 años y de un infante de 1 año en la zona el 29 de diciembre, de acuerdo con las autoridades. La mujer, Shunashi Mendoza, ya no tenía el brazo izquierdo. De acuerdo con fiscales, la mujer y el niño murieron por desangramiento y estaban devorados en parte.
En el segundo ataque, unos visitantes del parque hallaron el sábado los cadáveres de Alejandra Ruiz, de 15 años, y su novio, Samuel Martínez, de 16, que también perdieron la vida por hemorragia.
Los expertos han establecido que, por la gravedad de las heridas, al menos 10 perros participaron en cada ataque, dijeron las autoridades capitalinas en un comunicado.
La muchacha le llamó a su hermana, Diana, alrededor de las 19:00 horas para suplicarle ayuda.
Además, dijo, visitó después el lugar del ataque y no vio charcos de sangre. Tiene que haber una investigación exhaustiva, expresó.
Estos casos han encendido un debate sobre la relación de amor y odio que existe hacia la población canina y por la inocencia o culpabilidad de los 25 perros capturados cerca del lugar donde ocurrieron los asesinatos.
AP