Naturalistas han encontrado en las selvas de Perú una araña de tan solo 5 mm de longitud, quizás una nueva especie de Cyclosa, que construye una versión gigante de sí misma a partir de restos de hojas, insectos muertos y distintos escombros. Este espeluznante señuelo, que desde lejos parece un arácnido muerto o pasado por la sartén, cuelga en medio de la telaraña para engañar a los depredadores, como las avispas, y evitar sus ataques.
Según explica el naturalista Phil Torres, quien encontró la araña cerca del Centro de Investigación Tambopata, las arañas del género Cyclosa se caracterizan por colocar desechos en sus redes para atraer a sus presas o para confundir a sus depredadores, pero estas trampas se parecen más a gotas, esferas o sacos de huevos. En este caso, el señuelo tiene el mismo aspecto que el de la araña, pero mucho más grande, con sus patas colgantes. Para su particular escultura, el animal ha empleado restos de insectos muertos atrapados en su tela, partes de hojas secas y distintos detritus, y los ha ensamblado con su seda.
El truco puede ser una forma de evitar a posibles depredadores, como las avispas, que, confundidas, se ensañan con el «muñeco» gigante en vez de con la araña real, puesta a buen recaudo detrás de la falsificación.
Torres espera colaborar con más especialistas en arañas para determinar si este peculiar comportamiento puede indicar el descubrimiento de una nueva especie de Cyclosa.
Agencias