Los nutricosméticos suelen contener una mezcla de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos y aminoácidos que se absorben en el cuerpo y llegan a los tejidos
La última revolución en belleza se llama nutricosmética. En versiones bebibles y comestibles ha sido pensada para hidratar, nutrir, mejorar arrugas o combatir la celulitis. Si bien en la Argentina todavía no se conocen demasiado los productos, en Estados Unidos, Europa y Japón el mercado de la belleza en cápsulas mueve 1.500 millones de dólares anuales. Surgieron como una alternativa para suplir el déficit de vitaminas, minerales o nutrientes en personas con carencias. Pero hoy se han diversificado sus aplicaciones bajo la creencia de que, mientras más nutrido esté el cuerpo, más duradera será la belleza exterior e interior.
Los nutricosméticos suelen contener una mezcla de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos y aminoácidos que se absorben en el cuerpo y llegan a los tejidos. En la etiqueta deben indicar qué principios activos contienen, su dosis y las raciones dietéticas recomendadas (RDA por sus siglas) y deben estar aprobados por la ANMAT (Autoridad Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica) para la venta libre. En general, están contraindicados en embarazadas, mujeres en estado de lactancia e hipertensos.
Tomar con regularidad comprimidos de este tipo no es sinónimo de milagro. Si no se lleva una alimentación adecuada y se complementa con actividad física, el tratamiento oral no surtirá efecto. Y los resultados no son inmediatos, pero los especialistas aseguran que cuando aparecen, son duraderos. Al cabo de un mes de uso continuo, los efectos se hacen visibles.
¿Qué opinan
los especialistas?
Para la doctora Estela Bilevich, médica dermatóloga del Hospital de Clínicas José de San Martín, “los comprimidos vía oral son la terapéutica sistémica más novedosa para tratar el envejecimiento integral de nuestro cuerpo. Las cremas solamente actúan de manera local, en cambio los principios activos ingeridos llegan a toda la superficie corporal”.
Según el doctor Roberto Glorio, dermatólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires, “no existe la panacea en tratamientos de belleza y la cosmética oral ofrece la posibilidad de actuar en sinergia con los tratamientos tópicos tradicionales para aumentar su eficacia. Su efectividad depende de su correcta indicación y los resultados se ven a largo plazo”.
¿Son seguros? La doctora Mónica Katz, médica especialista en Nutrición y docente de la Universidad Favaloro, explica que los nutricosméticos son productos alimenticios cuyo fin es complementar la dieta y contienen fuentes concentradas de nutrientes. “Son ingredientes naturales que están estandarizados a través de procesos industriales y envasados para consumirse en cápsulas o polvos en pequeñas cantidades. Por eso su utilización es segura”.
Por supuesto, que la calidad depende del laboratorio detrás de la marca. Y aunque se trate de productos de venta libre, la especialista sugiere que “el paciente realice una consulta con el profesional -nutricionista para el control del peso o dermatólogo para los problemas de la piel- para saber si ese producto es el adecuado”. El resultado depende de cada persona: cada suplemento posee diferente efecto y por eso el mecanismo de acción no es único para todos.
Una pastilla para
cada necesidad
-Cabello. Las píldoras para el pelo contrarrestan el efecto de factores como los rayos UV, el estrés oxidativo, la fatiga y la contaminación, factores que producen que el cabello se caiga en forma excesiva y nazca más fino y frágil. Por ejemplo, Anacaps de Ducray ($134.10 x 60 unidades) es un suplemento que actúa directamente sobre el ciclo piloso. El laboratorio constató que los asiáticos -que llevan una alimentación rica en soja- tienen pocos problemas de caída del cabello; en ellos el pelo es más denso y fuerte. Por eso, estos comprimidos tienen isoflavonas de soja y vitaminas. Se indican solos o asociados a los tratamientos tópicos anti-caída. También ayudan a reforzar o devolver fuerza al cabello.
-Adiposidad. Encargados de “devorar” los lípidos que se ingieren durante las comidas, los comprimidos pueden llegar a trabajar sobre un 60% de estas grasas. ¿Cómo? Consiguen que no lleguen a metabolizarse y se eliminen naturalmente. Tonekin Slim ($130 x 30 unidades) es un suplemento dietario que tonifica los músculos y evita la flaccidez. Otro ejemplo es Lisopresol ($240 x 60 comprimidos) con ID-alG (extracto de algas), una pastilla de origen natural que ayuda a reducir la absorción de grasas y carbohidratos y genera saciedad, avalada por la Sociedad Argentina de Nutrición.
-Celulitis. Ayudan a reducir la piel de naranja y a alisar y remodelar la epidermis. Se recomienda combinarlos con productos de uso tópico ya que las pastillas llegan a las capas profundas e intermedias de la grasa, y las cremas, a las superficiales. Los comprimidos de Centella Queen ($125 x 30 unidades) se indican para combatir la celulitis o problemas circulatorios en las piernas. De Cellasene Gold ($218 x 30 comprimidos) se indican dos cápsulas por día durante ocho semanas.
-Antiage. Para conseguir una piel más firme, las cápsulas antiage de Formuly Piel ($170 x 28 unidades) combinan vitaminas A, E, C, B12, minerales y aminoácidos y buscan corregir la sequedad, aumentar la renovación celular, la firmeza de los tejidos y fortalecer las uñas. BioZone ($340 x 30 unidades) ofrece comprimidos de ácido hialurónico, colágeno y elastina que hidratan la piel y previenen la formación de arrugas. A base de ácido hialurónico, Perlavita ($334.73 x 30) actúa por vía sistémica sobre la deshidratación, la falta de brillo y la elasticidad de la piel. ¿El último lanzamiento? Nutrifarma, compuesto por ácidos Omega 3 de pescado y de chía, lecitina de soja y ácido linoleico ($157 x 20 sobres).
Lo más moderno
Dentro del mercado de los nutricosméticos, los alimentos con funciones específicas para resaltar la belleza son la última novedad. Golosinas, jugos, aguas, chocolates y refrescos… Todavía no llegaron a nuestro país pero en Estados Unidos, Japón y el Reino Unido ya se venden en los supermercados. Por ejemplo, Beauty Booster es un líquido dulce con antioxidantes y minerales que promete lo que su nombre dicta: potenciar la belleza. Es de color rojo oscuro y tiene sabor a frambuesa, zarzamora y moras goji (una fruta dulce y roja del Tíbet). Eat Yourself Beautiful creó malvaviscos de colágeno saborizados que dicen mejorar la textura de la piel, disminuir las arrugas y hasta reducir la celulitis.
Frutels, una empresa estadounidense, desarrolló bocaditos de chocolate sin azúcar que sirven para combatir el acné. Son naturales y no contienen conservantes ni químicos. SkinCola fue la primera bebida destinada al cuidado de la piel. Se lanzó al mercado americano en 2003. Con vitaminas B, C y E, y zinc fue diseñada para fortalecer el sistema inmune y promover el crecimiento y la reparación celular.
Existen también perfumes comestibles. Los más conocidos son el Deo Perfume Candy y el de la diseñadora Lucy McRae. Se trata de una cápsula que, una vez ingerida, utiliza el cuerpo como atomizador. El perfume que contiene se libera y el organismo expulsa la fragancia por los poros.
Agencias