«Si se jode Chávez, nos jodemos nosotros», dice resuelto Manuel Pérez, que como muchos cubanos teme que la ausencia del presidente venezolano Hugo Chávez, hospitalizado hace un mes en el mejor hospital de La Habana para tratarse un cáncer que le impidió asumir su nuevo mandato el jueves, sume a la isla en otra profunda crisis económica.
«Ni hablar de eso, Chávez no se nos puede ir, porque el impacto sería tremendo, peor que el golpe que nos dieron los rusos (luego de la desintegración de la Unión Soviética en 1991)», declaró este viernes a la AFP el anciano Pérez, empleado de la empresa estatal Petróleos de Cuba.
Pérez, un ferviente admirador de Chávez, cree que «Cuba no camina sin Venezuela», refiriéndose a los 100.000 barriles de petróleo diarios que la isla recibe de Caracas con facilidades de pago y que representan la mitad del consumo nacional.
Hugo López, de 70 años y jubilado de la aviación civil, coincide con Pérez: «Ojalá que no suceda nada (malo), pero hay que ser realistas, sin el apoyo de Venezuela la economía cubana tendría problemas muy serios con el petróleo».
No obstante, López confía en que mientras el vicepresidente venezolano Nicolás «Maduro esté al mando» en Caracas, «todo quedará igual», pues él «es un segundo Chávez».
Chávez, de 58 años, fue sometido el 11 de diciembre en La Habana a una cuarta cirugía contra el cáncer que le fue detectado en 2011, y según el último reporte médico difundido el lunes por el gobierno venezolano se «encuentra en una situación estacionaria» de la insuficiencia respiratoria que sufrió tras la operación.
«Chávez es fuerte, tiene un espíritu de vida tremendo y está siendo atendido en uno de los mejores hospitales del mundo, en el que logró revivir a Fidel (Castro), que estuvo bien complicado», dijo Orlenys Nohay, de 33 años y vendedor en un mercado agrícola de La Habana.
No hay se refiere al hospital Cimeq, el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, en el que Fidel Castro estuvo internado una larga temporada, tras sufrir en 2006 una grave crisis de salud que lo llevó a entregarle el mando a su hermano Raúl.
Considerado el hospital más avanzado de Cuba, el Cimeq ocupa un extenso predio en el oeste de La Habana, cerca de las residencias de Raúl y Fidel Castro. Según Maduro, el retirado líder cubano, de 86 años, acompaña todo el tiempo a su amigo Chávez.
Durante la enfermedad de Fidel Castro, los cubanos, como sucede ahora con los venezolanos, recibieron escasas noticias sobre su salud -incluso aún desconocen la enfermedad que lo puso al borde de la muerte- y terminaron acostumbrándose a su lenta recuperación, por eso confían en que con Chávez sucederá lo mismo.
Este jueves, coincidiendo con una ceremonia religiosa celebrada en La Habana en la que santeros cubanos, venezolanos y dominicanos rogaron a sus deidades de origen africano por la pronta recuperación de Chávez, decenas de miles de venezolanos abarrotaron el centro de Caracas en el día en que debía asumir su tercer mandato, en un acto en el que Cuba estuvo representada por el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ignacio Díaz-Canel.
«En América Latina hoy todos somos Chávez», dijo Díaz-Canel, un miembro del selecto Buró Político del Partido Comunista de Cuba (único), al asegurar que los gobiernos de América Latina «no permitirán nuevos intentos desestabilizadores en la región y específicamente en Venezuela».
La economía cubana, que sufrió su peor crisis desde 1959 tras la desintegración de la Unión Soviética, comenzó a repuntar gracias al turismo a partir de 1997, tendencia que se reforzó luego de que Chávez llegara al poder en 1999 y se convirtiera en el principal aliado político y socio comercial de la isla.
La Habana y Caracas mantienen un comercio que superó los 6.000 millones de dólares en 2010, y la isla ha enviado al país sudamericano unos 40.000 profesionales, principalmente médicos, que laboran en las misiones sociales creadas por Chávez o asesoran a instituciones venezolanas.
La venta de servicios profesionales (6.000 millones de dólares), fundamentalmente a Venezuela, es la principal fuente de divisas de Cuba, superando ampliamente a las remesas familiares (2.500 millones en 2011), del turismo (2.000 millones en 2011) y las exportaciones de níquel (1.100 millones en 2010), según cifras oficiales.
AFP