La transacción fue realizada por los ambiciosos padres de la jovencita de 15 años, a cambio de algo más de 13.200 euros, la generosa dote ofrecida por el nonagenario a cambio de poseerla
La novia de 15 años pasó su luna de miel encerrada en su nuevo dormitorio, huyendo del marido de 90 que no había elegido. La historia resumida en esta frase lleva varios días comentándose con indignación en todo tipo de redes sociales: es la de una adolescente de Arabia Saudí, la novia de 15 años, cuya mano fue entregada en matrimonio a un hombre 75 años mayor que ella.
La transacción fue realizada por los padres de ésta a cambio de algo más de 13.200 euros, la generosa dote ofrecida por el nonagenario a cambio de poseer a la joven.
Ya que la opinión de la joven novia no fue tenida en cuenta en ningún momento, hizo lo único que pudo para evitar ser desvirgada por un hombre de 90 años: una vez la ceremonia hubo concluido, corrió al dormitorio y se encerró allí durante la primera noche ante la mirada airada de su marido.
Ahora, el hombre considera que ha sido estafado porque, con la dote de por medio, el matrimonio era “legal y correcto”, según dijo a la cadena Al Arabiya. Ha demandado a los padres de su mujer para exigirles que le devuelvan el dinero.
La historia ha provocado escándalo en los múltiples plúteos cibernéticos donde se ha venido contando en los últimos días. “¿Estamos hablando de tráfico humano?”, se preguntaba un usuario de Twitter, Mouhammed Khaled Alnuzha. “¡La consideran un producto! Un padre vende a su hija sin piedad, a cambio de poder y categoría social. Todo para satisfacer un deseo”, escribía otra tuitera.
Mientras, Suhaila Zen al-Abedin, la asociación nacional de Arabia Saudí por los derechos humanos, ha pedido a las autoridades que intercedan y salven a la joven anónima. También ha subrayado la importancia de establecer un mínimo de 18 años para que el matrimonio sea legal en el país.
Porque el caso de la muchacha que se encerró en el dormitorio no es único: en Oriente Medio se cuentan varios casos de chicas de 14 años (y más jóvenes) que se casan con hombres de edades muy superiores. Mientras, las autoridades consideran la posibilidad de establecer una ley que indique que, para casarse, una mujer debe haber terminado antes la pubertad.
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