El 7 de octubre fue reelecto, por más de 8 millones de venezolanos, para el mandato 2013 – 2019, el presidente en funciones Hugo Chávez. La mayoría del pueblo también eligió a los candidatos de Chávez en 20 de 23 gobernaciones y en 22 de 23 consejos legislativos. Como vemos, en ambos procesos electorales, el pueblo mayoritariamente se pronunció para ratificar el liderazgo del presidente Chávez y apoyar la construcción de una sociedad socialista. La derecha venezolana no sólo perdió la elección presidencial sino que retrocedió, ya que de ocho gobernaciones bajó a tres y sólo logró ganar un consejo legislativo de los 23 que fueron a elecciones.
Ante la contundente victoria que obtuvo el pueblo bolivariano, la ambición de poder frustrada de la dirigencia de la derecha venezolana los hace comportarse de forma miserable con relación a la situación de salud que atraviesa nuestro presidente. Situación, que a su vez, ha despertado inmensas manifestaciones de amor, de fe y de solidaridad, por parte del pueblo venezolano y los pueblos del mundo, incluso de quienes no comparten la posición ideológica del Presidente. La actitud de los jefes de la MUD choca con la de un pueblo caracterizado por ser profundamente solidario, que se une ante la adversidad.
Ese pueblo que votó por el candidato de la derecha se sintió engañado por sus dirigentes en las elecciones presidenciales. Mintieron cuando aseguraban que ganarían esas elecciones. Es hora de que esa dirigencia, que debería renunciar, pida disculpas a su electorado por engañarlos reiteradamente, por llevarlos a las continuas derrotas. En lugar de asumir con actitud autocritica los resultados, lo que han hecho, de forma prepotente, es intentar envenenar y sembrar odio en nuestra poblacion, tratar de convetir el amor del pueblo hacia su presidente en caos generalizado y tratar de deslegitimar internacionalmente el proceso bolivariano. Su apetencia de poder no les permite ser solidarios, mienten desvergonzadamente sobre la Constitución e incitan a desconocer la voluntad popular.
Es falso que el 10 de enero es una fecha límite para juramentarse. La misma Constitución dispone que si para la fecha establecida el Presidente no puede juramentarse ante la Asamblea Nacional lo haría ante el Tribunal Supremo de Justicia, en una fecha no determinada. Es falso que exista una falta absoluta, ya que el Presidente está vivo y no ha renunciado al mandato del pueblo. Así como también es una maniobra sustentada con la mentira de que el presidente de la Asamblea Nacional debe asumir la Presidencia de la República, pues esa modalidad sólo se activa si existiera falta absoluta.
La dirigencia opositora insiste en mantenerse sobre la base del engaño y da por cierto que el Gobierno se paraliza el 10 de enero, lo cual no es cierto, ya que están en ejercicio un Vicepresidente y un Consejo de Ministros nombrados por un presidente en funciones y sólo él puede sustituirlos cuando así lo considere. No hay tal vacío de poder y no es verdad que no respetamos la Constitución, por el contrario hay un Estado con sus instituciones perfectamente en desempeño y nos aseguraremos de que nuestra Carta Magna se cumpla y se respete el mandato del pueblo, y ese mandato es que Chávez sea presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el periodo 2013-2019.
Lecturas Politicas
Héctor Rodríguez Castro
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