Según los vecinos de Margarita Sánchez Gutiérrez, esta mujer era propensa a los insultos y peleas callejeras. También tenía deudas en algunos comercios de la zona
Margarita Sánchez Gutiérrez, mejor conocida como “La viuda negra de Barcelona” fue una asesina en serie que recibió este nombre por el método que utilizaba para asesinar, de la misma forma que la famosa araña mataba a sus víctimas mediante un veneno, aunque con la diferencia de que ella lo ponía en comidas y bebidas que ofrecía a sus víctimas.
Consiguió asesinar a cuatro personas y otras tres fueron intoxicadas pero lograron sobrevivir, todas ellas era familiares o vecinos suyos. Margarita Sánchez Gutiérrez hizo diversas confesiones cuando se le detuvo en 1996 y en algunas de ellas admitía el asesinato mediante veneno, pero en otras lo negaba y únicamente reconocía el delito de robo. Tenía 43 años cuando fue descubierta.
SU HISTORIA
Margarita Sánchez Gutiérrez nació en Málaga, España, el 26 de diciembre de 1953. Sus complejos se iniciaron desde pequeña pues tenía un exagerado estrabismo en el ojo que hizo que los niños que compartieron su infancia la apodaran “La Tuerta”, por lo que creció buscando la soledad.
Ya de jovencita, se traslada a Barcelona donde conoció a un hombre que quiso casarse con ella: Luis Navarro Nuez, un conductor de metro con el que tendría sus dos hijos: Sonia y Javi que tenían 16 y 12 años, respectivamente, cuando esta mujer fue descubierta. Al parecer, la familia tenía escasos recursos pues mantenía deudas con los comerciantes de la zona.
Por aquellos años, Margarita trabajaba cuidando ancianos para traer dinero a casa, la economía familiar estaba fatal y su ejercicio de cuidadora suponía un ingreso necesario. También es cierto que al trabajar con ancianos su conocimiento de la medicación se hizo más amplio, lo cual logró introducirla al mundo de los fármacos.
En el año 1991 Margarita se trasladó con su marido, Luis Navarro y sus hijos al apartamento de sus suegros, por dos razones: atravesaban serios problemas monetarios y también para cuidar al padre de su esposo que estaba sumamente enfermo.
Cronológicamente, se sabe que la primera persona relacionada con este caso ingresada en un hospital fue una de las mujeres que Margarita consideraba su amiga, una anciana de 70 años llamada Rosalía Marco Castro que además era vecina en el barrio de Sants de Barcelona. Llegó inconsciente y falleció pocos días después. Tras la investigación, se descubre que de su cuenta bancaria de 20 millones había desaparecido un millón de pesetas y de su casa faltaban ciertos documentos.
Luego, fallece su marido a los 44 años de edad y curiosamente, del mismo mal que anteriormente le había hecho pasar un par de meses ingresado en un hospital: intoxicación. Margarita dijo que su marido tenía problemas con el alcohol. Su suegra, Carmen Nuez (con la nunca se llevó bien), cae enferma poco después y aunque ingresa cinco veces seguidas en el hospital, supera con éxito las cinco intoxicaciones.
Margarita se cambia del barrio Sants de Barcelona, a otro llamado Hospitalet, para vivir con su familia en casa de su cuñado, un hombre de 50 años que también vivía solo. Semanas después el hombre enferma y fallece dejando, inexplicablemente, la cuenta bancaria vacía.
Ahora, Margarita tenía nuevos vecinos, entre ellos un señor de 57 años que vivía sólo en un ático Un tiempo después, este hombre fue encontrado en coma y falleció unos días después. Días más tarde, un amigo y vecino de Margarita de 69 años edad sufre una intoxicación. Margarita le cocinó una paella, el hombre terminó hospitalizado y durante ese tiempo al señor le desaparece medio millón de pesetas. Sobrevivió al envenenamiento gracias a su estancia hospitalaria.
Margarita consiguió meterse en la casa de Pilar Hinojo, una vecina de 67 años. Un día apareció la hija de Pilar al ser alertada por la propia Margarita para que visitara a su madre porque no sabía nada de ella. La hija encuentra a Pilar inconsciente, así llevaba tres días tumbada en el sofá de su casa. Durante los 23 días que pasó Pilar hospitalizada, Margarita se había hecho con un considerable botín de dinero y joyas. Finalmente, Pilar logró sobrevivir.
Una de sus víctimas recuperadas llevó sus sospechas hasta la policía que concluyó que Margarita falsificaba recetas de cierto medicamento que en dosis altas se convertía en veneno. Un veneno que se metabolizaba rápidamente y que si no mataba con esa dosis que ofrecía tan sutilmente Margarita, sí servía para que, con el tiempo, terminase por actuar sobre la salud del que lo había ingerido, provocando un paro respiratorio. El asesinato se convertía, entonces, en muerte natural.
La policía encontró documentos de las víctimas en casa de Margarita y se dice que había aprendido a falsificar firmas y cuentas de ahorro. Su hija también fue detenida en calidad de cómplice, pero era menor de edad.
La mujer se admite culpable de robo, pero no de intento de asesinato. Margarita Sánchez Gutiérrez fue condenada a 34 años de prisión por tres delitos de lesiones, otros tantos de robo con violencia y un delito de falsedad. La absolvieron de los asesinatos al no detectarse casos de muerte por cianamida y porque la intención de Margarita era drogar a sus familiares y vecinos para robarles, no para matarlos según determino la justicia.
Margarita Sánchez Gutiérrez tenía dos hijos. Sonia Navarro Sánchez tenía 16 años y terminó acusada de los mismos cargos que su madre (lesiones, robo con violencia y falsedad), pero por ser menor de edad fue ingresada en el Centro de Menores de la Generalidad de Cataluña. El hijo menor, Javi Navarro Sánchez, de 12 años, tuvo su propia condena ya fue enviado a vivir con otra familia, pues a su corta edad no podía entender la importancia de los crímenes cometidos por su madre.
Edda Pujadas, @epujadas./ Historia del Crimen
FOTOLEYENDA 01: Margarita Sánchez Gutiérrez, junto a su esposo, quien fue una de sus víctimas.
FOTOLEYENDA 02: Colocaba veneno en las bebidas y comidas de sus familiares y amigos.
FOTOLEYENDA 03: El veneno como instrumento de muerte.