LIMA. Casi un año despúes de su captura, luego de 20 años oculto en la selva peruana, el «camarada Artemio», último líder histórico de Sendero Luminoso, negó este lunes ser un terrorista y se definió como un «revolucionario» en la «gesta heroica de la guerra popular», un conflicto que dejó 69.000 muertos y desaparecidos en Perú entre 1980 y 2000.
En su primera declaración ante el tribunal que lo juzga por asesinatos y crímenes de terrorismo, Florindo Eleuterio Flores Hala, dijo que tuvo «el gran honor de ser dirigente político y miembro del Comité Central del Partido Comunista del Perú, Sendero Luminoso, jefaturado por el doctor Abimael Guzmán Reynoso, cuya doctrina filosófica no es terrorista».
‘Camarada Artemio’ dirigió el comité regional de Sendero Luminoso del valle selvático del Alto Huallaga, una de las mayores regiones cocaleras del país, donde operan bandas de narcotraficantes.
Su detención se produjo en febrero pasado luego de más de 20 años de ser buscado como el principal cabecilla guerrillero de la organización.
Acusado de medio millar de acciones terroristas, de la muerte de unos 60 policías, de asesinatos selectivos de civiles y también de tráfico de drogas y lavado de activos, Flores Hala habló sobre los años que estuvo oculto en la selva cuando Sendero Luminoso comenzó su declive tras la captura de Guzmán, su fundador, en 1992.
Dijo que varias veces intentó llegar a un acuerdo de paz para que culminara la guerra en la zona del Huallaga. Según reveló, entre 2003 y 2004, conversó sobre esa posibilidad con el obispo Luis Bambarén, un religioso ya retirado, de gran prestigio en Perú, pero las conversaciones no dieron resultado, indicó.
Y comentó que más recientemente, antes de ser detenido, envió dos cartas al presidente Ollanta Humala pidiendo «un acuerdo» entre el gobierno y Sendero.
Según dijo, obtuvo respuestas verbales de parte de «emisarios» en las que se le exigía entregar las armas, que se entregue a las autoridades e incluso se le proponía salir del país, entregándole la recompensa que se ofrecía por su captura, según detalló en sus declaraciones. Dijo que rechazó esas propuestas por carecer de «veracidad oficial» y por que iban contra sus principios.
Sometido a un interrogatorio de tres horas, ‘Artemio’ optó en varios momentos por el silencio o afirmó «Me reservo la respuesta», cuando el fiscal le hizo preguntas comprometedoras sobre atentados, sabotajes o asesinatos de campesinos y autoridades civiles y militares que solía perpetrar el senderismo.
AFP