“Esperamos que todas los venezolanos podamos encontrarnos como hermanos que somos. Creemos en un país para todos y estamos trabajando para alcanzarlo», dijo el mandatario en un aparte de la procesión de la Divina Pastora, en Barquisimeto
Este lunes, con el alba, la ciudad de los crepúsculos se vistió de gala, para recibir a la Divina Pastora en su visita número 157. La Patrona de los larenses llegó vestida de dorado y amarillo al arco de Santa Rosa donde era esperada por más de 3 millones de feligreses de toda Venezuela y el mundo. Desde allí la Santa imagen, sobre los hombros del pueblo, recorrió 7.5 kilómetros hacia Barquisimeto, en una caminata en la que participaron grandes y chicos como muestra de su devoción divina hacia la madre de Dios
Como ya es costumbre, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, llegó al estado Lara para compartir con los feligreses y participar en la fiesta religiosa organizada por su homólogo Henri Falcón. «Cada vez vemos a más personas en esta actividad y eso me contenta. La fe es la que nos mueve. Hemos visto cientos de venezolanos y feligreses de todas partes del mundo que sin importar sus limitaciones se acercan cada año a acompañarnos y vivir con nosotros esta tradición tan bonita. Le pedimos a la Divina Pastora que llene de bendiciones todos los hogares de Venezuela porque este año será de muchos retos para Venezuela”.
Reiteró la importancia de la unión entre los venezolanos. “Esperamos que todas los venezolanos podamos encontrarnos como hermanos que somos. Creemos en un país para todos y estamos trabajando para alcanzarlo. Estamos comprometidos con nuestro pueblo más allá de lo que significa una organización política.
Clemb lo juramenta
«Aprovechamos la oportunidad para confirmar nuestra asistencia este martes al Consejo Federal de Gobierno en horas de la mañana. Posteriormente, tomaremos juramento ante el Consejo Legislativo de Miranda como gobernador reelecto, luego que el pueblo ratificara nuestra gestión el pasado 16 de diciembre. Compromiso que asumiremos para continuar trabajando junto a nuestra gente para buscar juntos las mejores soluciones a sus problemas», dijo.
Entre oraciones y alabanzas, flores y colores se desenvolvió la tradicional procesión de la Divina Pastora, que es la segunda más grande de Latinoamérica, después de la Virgen de Guadalupe en México, y la tercera más importante del mundo, después de la Virgen de Fátima en Portugal. Desde el arco de Santa Rosa, cientos de fieles observaban su llegada y rezaban porque reine la paz y la unión entre el pueblo venezolano.
157 años de tradición
• El comienzo a la veneración de la Divina Pastora en Venezuela se remonta al año de 1736, cuando el párroco de Santa Rosa, encargó a un famoso escultor de la época que le hiciera una estatua de la Inmaculada Concepción. Por una equivocación extraña, en vez de llegar la imagen encomendada, llegó al pueblo La Divina Pastora. El párroco intento devolverla, pero por mucho que lo intentaron, no pudieron levantar el cajón donde reposaba La Divina Pastora.
• Este acontecimiento fue tomado por el pueblo, como una señal de que la Divina Pastora quería quedarse entre ellos. Posteriormente durante los sucesos del terremoto del año 1812, el templo donde se veneraba la imagen de la Santa Madre fue destruido por el terremoto, pero por un milagro ella quedó intacta. Acontecimiento que reforzó la creencia de los fieles de Santa Rosa de que la Virgen quería permanecer junto a ellos para protegerlos.
• A mediados del siglo XIX para el año 1855, se desató en Venezuela una epidemia de cólera y muchas familias de Barquisimeto fueron diezmadas por la enfermedad, en un desespero de los pobladores, estos decidieron sacar en procesión a la imagen de La Divina Pastora por las calles de Barquisimeto a implorar su misericordia, la cual fue concedida, ya que a partir de ese mismo día, cesó el virus. En conmemoración a este hecho, todos los 14 de enero se realiza una procesión en honor a la Divina Pastora.