Como las ramas de un árbol que crecen sobre un tronco fuerte, las compañías tecnológicas extienden su actividad más allá del perímetro de su habitual modelo de negocio. Una tendencia que, gracias a su capacidad de innovación, les convierte en una fuerza disruptiva en los mercados donde se lanzan. Ahora, una nueva industria amenazada es el sector bancario tradicional.
Según un informe de Deutsche Bank, empresas como Google, Apple, Amazon y PayPal pueden convertirse en fuertes competidores de las entidades financieras al dar el salto al mercado de préstamos y depósitos. Su estudio sitúa el cambio en tres o cinco años.
El estudio señala la vía por la que las empresas tecnológicas están posicionándose en los negocios que antes eran reservados a las entidades financieras: el mercado de pagos y transacciones comerciales. Un terreno que la tecnología ha puesto patas arriba.
Las transacciones no monetarias (tarjetas de crédito, cheques, pagos electrónicos) han crecido sin parar durante la última década: si en 2001, ascendían a 132.000 millones entre Europa, EE.UU. y Cánada; en 2010 se elevaron a 198.000 millones. Un progreso que tiene que ver con el despegue del comercio electrónico.
La madurez de internet y la expansión de los teléfonos inteligentes están venciendo poco a poco aquella falta de confianza de los consumidores en el medio líquido. Como reflejan los datos de Eurostat, el 43% de los europeos hizo alguna compra por medios electrónicos en 2011. De todos los usuarios de «smartphones» registados en «Our Mobile Future», la herramienta de estadísticas de Google, un 28% declaró comprar desde el teléfono. Y las empresas tecnológicas están utilizando su fortalecida relación con los usuarios para aprovechar este cambio cultural. Apple, por ejemplo, tiene registradas más de 200 millones de tarjetas de crédito en su programa iTunespara venta de música.
El valor de los datos
Una de las fórmulas con mayor potencial son los pagos sin contacto, desarrollados con la tecnología NFC (Near Field Communications). Todas las empresas han lanzado su propia iniciativa y han convertido los dispositivos en billeteras digitales. La cartera digital de Google (Google Wallet) la pueden utilizar ya los usuarios en Nueva York y San Francisco en tiendas como Macy’s. Amazon, Blackberry o Apple también han desarrollado este servicio, en el que los recibos son electrónicos y la transacción es más rápida.
Según Javier Zamora, profesor de servicios y tecnología de la información del IESE Business School, «gracias a la tecnología, estas empresas pueden invadir el terreno natural de los bancos». Explica que la posibilidad de hacer pagos a través del móvil les da la ventaja en las transacciones comerciales, pues es el mercado que ellas dominan.
Agencias