Solicitará a instancias pertinentes averiguaciones por el delito de usurpación de identidad de la persona que uso su nombre para hacer públicas graves acusaciones
Edgar Suarez, trabajador de Contraloría de Brión, desmintió categóricamente haber realizado acusaciones contra la gestión del contralor de Brión Ernesto Achique y la administradora de la Contraloría, institución donde labora como Auditor III, con carrera administrativa de 13 años. Asegura que de manera mal intencionada se creó un correo identificado con su nombre, desde donde se emitió una comunicación a un periodista que cubre fuente en la región para La Voz.
La publicación aparece el fecha del 12 de diciembre de 2012, y viene acarreando un proceso de investigación tendente a conocer el trasfondo de estas falsas acusaciones, manifestó Edgar Suarez, identificado con cédula de identidad Número V-13.608.811. El funcionario en atención a lo consagrado en el título III de los Derechos Humanos y Garantías y de los deberes, capítulo III, de los Derechos Civiles, específicamente en su artículo 58 contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “La comunicación es libre y plural y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley, y al derecho de una información oportuna, veraz e imparcial, sin censura de acuerdo a los principios de esta constitución, así como a la réplica y rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes”, formalmente y bajo fe de juramento desmiente y niega rotundamente el contenido íntegro de la información que publicada en éste medio en su edición del día 12 de diciembre del 2012, específicamente en la pág. 22 donde a través de un correo electrónico le llegó tales señalamientos irregulares que presuntamente se cometen en el órgano el cual estoy adscrito y que involucran al ciudadano contralor municipal así como a la Directora de Servicios Administrativos y de Personal. “Es de hacer notar que de dicha información pone de manifiesto, el peligro de mi estabilidad labora,l la que he conservado con ética profesional y al servicio de la Contraloría y por consiguiente de mi pueblo, por ende, contraviene el derecho a la salud, educación, vivienda, etc. Inherentes a mi grupo familiar.
Aunado a lo anteriormente expuesto, con los señalamientos que de la redacción se desprenden, ponen en tela de juicio el buen nombre, el buen proceder y el prestigio profesional, además de la ética del Contralor Municipal, de la Directora de los Servicios Administrativos y de Personal y el mío propio.
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