Fundado en 1982, el CIMEQ está situado en Siboney, uno de los barrios más exclusivos de La Habana y a pocos minutos de la casa del ex presidente Fidel Castro Ruz
LA HABANA. Uno nunca se imaginaría que uno de los jefes de Estado más famosos del mundo, el presidente venezolano y autoproclamado revolucionario Hugo Chávez, está batallando por su vida en el Centro de Investigaciones Clínico Quirúrgicas de La Habana.
En el hospital, conocido como CIMEQ, no había visible ningún refuerzo de la seguridad el pasado fin de semana en la entrada principal, en la que guardias vestidos de verde oliva verificaban la entrada y salida de visitantes y mandaban a salir a periodistas que pasaban en busca de informaciones.
Carteles indican que no se puede fotografiar el amplio edificio de tres pisos, custodiado desde hace años por agentes del Ministerio del Interior.
Fundado en 1982, el CIMEQ está situado en Siboney, uno de los barrios más exclusivos de La Habana y a pocos minutos de la casa del ex presidente Fidel Castro.
Ha pasado un mes desde que el que fuera enérgico y ahora enfermo Chávez, líder de uno de los mayores productores de petróleo del mundo, fuera operado en el hospital por cuarta vez en 18 meses por un cáncer que ha hecho temer por su vida.
El paciente más conocido del CIMEQ, Fidel Castro, de 86 años, fue operado allí en 2006 tras una hemorragia intestinal que lo obligó a ceder sus cargos a su hermano Raúl Castro.
Irónicamente Chávez, quien visitó a menudo al hombre que considera como su padre ideológico durante su paso y larga convalecencia, se ha convertido a sus 58 años en el segundo paciente más conocido del CIMEQ.
En un cambio dramático del destino, ahora es el octogenario líder quien visita y sigue atentamente el estado de salud del venezolano desde que fue sometido a una primera operación a mediados de 2011.
Responsables venezolanos han emitido partes médicos en las últimas semanas en los que aluden a complicaciones postoperatorias como una hemorragia y una insuficiencia respiratoria y han calificado la situación de Chávez como «estable» pero «delicada».
Además de no haber sido visto ni escuchado en público desde mediados de diciembre, no ha habido mensajes del locuaz mandatario en la popular red Twitter, cuya cuenta que tiene casi cuatro millones de seguidores está en silencio desde el 1 de noviembre.
La pasada semana pasaron por La Habana los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Perú, Ollanta Humala, quienes se solidarizaron con Chávez y sus familiares y le desearon pronta recuperación.
Hasta ahora se desconoce el tipo de cáncer que padece el dirigente que se describe como bolivariano, ni se saben detalles de la operación que se le practicó o las zonas afectadas por la enfermedad, de la que sólo se conoce que fue localizada inicialmente en la zona pélvica.
• SERVICIOS VIP
Médicos y enfermeros cubanos sostienen que el CIMEQ es el mejor centro médico de la isla caribeña y que cuenta con modernos equipos especializados, productos farmacéuticos y tiene la autoridad de solicitar el servicio de los mejores especialistas del país, así como de personal de apoyo de otros hospitales como lo ha hecho con Chávez.
«CIMEQ es una clínica del siglo XXI y es equivalente a algunas de las mejores clínicas del mundo, mientras que el resto de los hospitales del país mantienen niveles del siglo XX», dijo un médico local que pidió no ser identificado.
«No faltan los suministros, ni las medicinas y la comida es genial», agregó.
El hospital atiende principalmente a personal del Ministerio del Interior y a sus familiares, así como a residentes de la zona de forma gratuita, como el resto de los servicios de salud que brinda el Gobierno a los ciudadanos cubanos.
En Cuba, donde la gente acostumbra a quejarse, es difícil encontrar críticas contra el CIMEQ, excepto que beneficia a una élite.
«Desafortunadamente perdí a mi padre en el CIMEQ hace menos de un año (…) la atención fue exquisita, murió porque el cáncer mata y a veces no hay solución», dijo Agustín Daniel, de 47 años.
Su web www.cimeq.org dice que el hospital ha acogido desde su fundación a personalidades de las artes, las ciencias y la política de todo el mundo.
Pero poco se sabe de las salas de alojamiento que acogen a personalidades importantes como Chávez, excepto que están muy bien equipadas con tecnología punta y que los que trabajan allí a veces permanecen retenidos por períodos de tiempo y son conminados a guardar secreto a riesgo de perder sus licencias.
«Las personalidades importantes son tratadas en la tercera planta, que está fuera del alcance del resto de los empleados, y si no eres de esa área aunque estés vestido de verde oliva y con bata blanca no puedes entrar allí», dijo un empleado.
«Nadie sabe lo que pasa allá arriba», agregó aludiendo a la zona donde está siendo atendido Chávez.