ARGEL. Las fuerzas especiales argelinas lanzaron el jueves una operación de rescate en una planta gasífera en el desierto del Sahara y liberaron a decenas de extranjeros retenidos por milicianos vinculados con la red al-Qaida, pero las cifras de muertos varían ampliamente, de apenas cuatro a decenas de ellos.
Los milicianos, que habían dicho que su ataque a la planta era en represalia por la intervención francesa en la vecina Malí, atacaron el miércoles el complejo de Ain Amenas, a unos 1.300 kilómetros (800 millas) al sur de Argel, ocuparon las instalaciones y tomaron a decenas de trabajadores como rehenes.
La televisión estatal de Argelia reportó el jueves que cuatro rehenes —dos británicos y dos filipinos— habían muerto, pero los milicianos afirmaron por su parte que el al menos 35 rehenes murieron en un intento de rescate.
Por el momento no hubo manera de verificar la cifra en la planta remota, a unos 1.300 kilómetros (800 millas) al sur de Argel.
Los reportes de un gran número de víctimas generaron preocupación entre gobiernos extranjeros, algunos de los cuales criticaron la operación argelina. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña trató de preparar al pueblo británico a malas noticias, al declarar: «habrá malas y dolorosas noticias que seguir de este ataque terrorista».
El precio del petróleo aumentó 1,08 dólares por barril tras la noticia para colocarse en 95,32 en la Bolsa Mercantil de Nueva York y ocasionó que compañías energéticas como BP PLC y la Compañía Española de Petróleos SA trataran de reubicar a sus trabajadores en otras plantas de Argelia.
El gobierno de Argelia informó que se vio obligado a intervenir ante la terquedad de los milicianos y su deseo de escapar llevándose a los rehenes.
«Un número importante de rehenes fueron liberados y un número importante de terroristas fueron eliminados. Lamentamos los pocos muertos y heridos», dijo el ministro de Comunicaciones argelino Mohand Said Oubelaid a medios nacionales.
«Los terroristas son multinacionales», provenientes de diferentes países con la meta de «desestabilizar a Argelia, inmiscuirla en el conflicto de Malí y dañar su infraestructura de gas natural», agregó.
La «Brigada Enmascarada», el grupo que se adjudicó la responsabilidad por la toma del complejo la víspera, ha hecho sus declaraciones mediante la Agencia de Información de Nouakchott, de Mauritania, que suele difundir reportes de grupos extremistas vinculados con al-Qaida.
El portavoz de los milicianos dijo que Abú El Bará, el líder de los secuestradores, también murió en el ataque aéreo. Advirtió que los milicianos matarían a los rehenes sobrevivientes si el ejército argelino se acercaba.
La agencia noticiosa oficial de Argelia, mientras tanto, había asegurado que 600 trabajadores locales habían sido liberados en la incursión y la mitad de los rehenes extranjeros fueron rescatados. Sin embargo, se había reportado que muchos de esos trabajadores argelinos en realidad fueron liberados desde el miércoles por los propios secuestradores.
Tampoco había información de otras fuentes sobre los rehenes que habían sobrevivido. Originalmente, los milicianos dijeron que habían secuestrado a 41 extranjeros, incluidos estadounidenses, británicos, franceses, japoneses, rumanos, malayos, irlandeses y noruegos.
AP