¿Una consulta electrónica en lugar de ir al médico? Según un estudio realizado en Estados Unidos, este tipo de asistencia podría ser tan efectiva como las visitas en persona para dolencias sin complicaciones como infecciones sinusales e infecciones del tracto urinario, y mucho más baratas.
Para las consultas médicas electrónicas, los pacientes completan un formulario en internet sobre sus síntomas y un médico o enfermera les contestan en pocas horas con consejos sobre el tratamiento a aplicar.
En el estudio, publicado en la revista JAMA Internal Medicine, la principal diferencia entre las consultas electrónicas y las visitas al consultorio médico fue que a los pacientes que recibieron cuidados a través de la red se les prescribieron más antibióticos, un resultado que podría ser preocupante pero que es difícil de interpretar por sí mismo, dijeron los investigadores.
«Las consultas electrónicas cuentan con varias posibles ventajas, incluyendo la comodidad y eficacia (ahorra viajes y tiempo), y costos menores», escribieron su autor Ateev Mehrotra de la Corporación RAND y la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, y su equipo.
«Además, la consultas electrónicas pueden ser proporcionadas por el médico de cabecera del paciente en lugar de por un médico del servicio de urgencias», agregó.
Para el estudio, los investigadores compararon todas las consultas electrónicas y las que se realizaron en el consultorio físicamente para infecciones sinusales e infecciones del tracto urinario (ITU) en cuatro consultas de atención primaria en Pittsburgh, Pensilvania, entre enero del 2010 y mayo del 2011.
Cerca del 90 por ciento de las citas por ambas cuestiones fueron en persona, de un total de más de 8.000.
Una proporción similar de pacientes, el 7 por ciento o menos en cada caso, tuvo una visita de seguimiento por la misma cuestión en las tres semanas posteriores. Eso sugiere que un diagnóstico equivocado y el fracaso en el tratamiento no fueron superiores que con las visitas electrónicas.
Sin embargo, las personas con ambas enfermedades que realizaron consultas electrónicas tuvieron más probabilidades de que les recetaran antibióticos que aquellos que contaron con citas físicas.
El efecto fue especialmente fuerte con las ITU: el 99 por ciento de aquellas personas que tuvieron una consulta electrónica recibieron un antibiótico, comparado con el 49 por ciento de los que acudieron en persona.
Esto podría ser debido a que los médicos son más conservadores con el tratamiento cuando no pueden examinar directamente a sus pacientes, escribieron los investigadores.
Pero esto podría ser también preocupante, dado que la prescripción excesiva de antibióticos está ligada a la resistencia a los medicamentos.
«Es algo con lo que tenemos que ser realmente cuidadosos», dijo Mehrotra.
Incluso con esa diferencia en cuanto a la prescripción, tratar a cada paciente con una infección urinaria cuesta en promedio unos 74 dólares por cada visita electrónica, frente a los 93 dólares de una cita física, según estimaciones brutas de los investigadores.
«En todo el país se están desarrollando cada vez más estas consultas electrónicas», dijo James Rohrer, médico de familia de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, que ha estudiado los cuidados online.
Las compañías aseguradoras creen que las consultas electrónicas les harán ahorrar dinero, dijo. Para los pacientes, en tanto, el principal beneficio es la comodidad.