Casos como el intento de violación de una paciente, atracos, robo de vehículos y la construcción de ranchos en la parte trasera del nosocomio, fueron denunciados durante la protesta
Desde la invasión de un terreno que pertenece al hospital Dr. José Gregorio Hernández, conocido popularmente como el hospital de Los Magallanes de Catia, en octubre pasado, la labor que ejerce el personal médico y obrero se ha convertido en un infierno. Robos, hurtos, riñas y más recientemente, un intento de violación en el piso 2 de la estructura, donde funciona el Área de Obstetricia, colmaron la paciencia de los trabajadores.
Durante la mañana de ayer, vándalos violentaron las cerraduras de una camioneta Toyota Terios perteneciente a un médico residente de Obstetricia y se llevaron el reproductor DVD, un GPS y una computadora portátil. Casi de manera simultánea, forzaron la puerta de un Renault Twingo propiedad de una odontóloga y se llevaron “hasta las llaves de su casa”, dijo una doctora.
Cuando la especialista en cirugía bucomaxilofacia salió hacia su vehículo, logró ver al sujeto que sacaba sus pertenencias y aunque alarmada pidió ayuda no fue posible detenerlo. El malhechor subió al asiento del copiloto de un Toyota Corolla plateado y salió del parqueadero por la entrada principal, “como Pedro por su casa”, comentaron sus compañeras.
Subdirector indolente
El hurto simultáneo que ocurrió poco antes de las 8:00 de la mañana enfureció al personal del hospital que salió a protestar a las puertas de ese centro de salud para demandar seguridad. Con pancartas en manos manifestaron su descontento, en vista que la directiva hace caso omiso a sus denuncias. “Cuando el subdirector venían llegando fuimos a comentarle lo que pasó y dijo que el traía un malestar muy grande que ahorita no lo molestaran con eso. Imagínate tú”, contó Omaina Blanco, enfermera del hospital.
Blanco contó que la madrugada del miércoles, dos hombres ingresaron al Área de Obstetricia en el piso 2 de edificio e intentaron abusar sexualmente de una paciente. Cuando las parturientas gritaron pidiendo auxilio los vándalos escaparon, lanzándose desde una ventana que conduce a la parte posterior.
El hospital sólo cuenta con el resguardo de uno que otro vigilante y 12 reservistas bolivarianos que divididos en grupos de tres, custodian las 4 entradas del hospital, incluida la de Emergencia, donde hace dos meses un malhechor golpeó a una doctora porque el paciente que traía herido de bala murió.
Las invasiones…
Los trabajadores del hospital de Los Magallanes de Catia contaron que la situación delictiva se agudizó en octubre del año pasado, cuando comenzaron las invasiones en los terrenos posteriores del edifico que además pertenecen al centro de salud.
Las ocupaciones ilegales comenzaron en una estructura que colinda con el sector El Placer, donde funcionaba el preescolar destinado al estudio de los hijos del personal médico y obrero. El lugar fue desocupado debido a que Protección Civil lo declaró zona alto riesgo. Cuando sacaron el centro educativo un grupo de ocupantes ilegales se apoderó de los espacios.
La invasión se fue extendiendo hasta llegar a la cuesta que delimita el perímetro de esparcimiento del hospital aunque le pertenece. Lo que comenzó a crecer como un cúmulo de ranchos de zinc, ahora muestra estructuras de bloques y cemento que los ocupantes están elaborando en terrenos notoriamente inestables.
AA