BEIRUT. Al menos 12 personas murieron el viernes tras una gran explosión que sacudió un vecindario dominado por el Gobierno sirio en la ciudad de Aleppo, dijo un grupo activista, y los dos bandos en conflicto acusaron a la otra parte de llevar adelante el ataque.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron el lateral de un edificio desplomado, cuyos escombros habían quedado dispersos en las calles aledañas. Una multitud rodeaba la zona mientras médicos sacaban cuerpos ensangrentados en camillas.
La cadena agregó que el estallido había sido causado por un misil lanzado por un «grupo terrorista», término que usa habitualmente para referirse a los rebeldes que luchan hace 22 meses contra las fuerzas del presidente Bashar al-Assad.
Pero grupos de la oposición señalaron que las fuerzas del Gobierno estaban detrás de la explosión, que se produjo en el vecindario Muhafaza Sakaniya en un distrito occidental de la ciudad.
Activistas dijeron que el distrito, una zona en manos del Gobierno que ha sido escenario de enfrentamientos sangrientos entre el Ejército y los insurgentes, había sido blanco de un ataque aéreo por parte de los militares de Assad.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, dijo que al menos 12 personas murieron y decenas resultaron heridas por la explosión.
«Los rebeldes no tienen esta capacidad aún», dijo Hameed Barrasho, un activista en Aleppo que se comunicó a través de Skype. «Tenemos varios reportes de un avión en la zona antes del ataque. Ésta es el régimen tratando de sembrar más caos en la ciudad», agregó.
Coches bomba, ataques con cohetes y ejecuciones sumarias son situaciones repetidas a lo largo del país por el conflicto que ya lleva 22 meses, y muchas veces es muy difícil determinar a los responsables de las agresiones.
El Gobierno de Siria restringe el acceso a la prensa internacional a las zonas del país que comanda, lo que hace difícil confirmar los dichos de cualquiera de las partes.
Previamente esta semana, dos estallidos en la Universidad de Aleppo causaron la muerte de más de 80 personas. Ambos bandos se han responsabilizado mutuamente por el hecho.
Más de 60.000 personas han muerto en el conflicto, que comenzó con una serie de marchas pacíficas por la democracia pero se convirtió en una guerra civil tras violentas redadas de las fuerzas leales a Assad.
Agencias