Desde el primero de enero, esta popular zona del municipio Sucre ha mostrado una faceta desconocida por muchos, pues la falta de buhoneros hace estos espacios menos hostiles para los transeúntes, pero también pone en evidencias las múltiples fallas y deterioro que están presentes en el lugar
LaVoz | Anabel Barrios Díaz
Petare en uno de los barrios más grandes de toda Latinoamérica, por ende su redoma -que conforma un centro económico y de transporte obligatorio para la mayoría de sus habitantes- se ha convertido en el lugar donde circulan más personas en toda Venezuela. Pero más allá de ostentar un record, esta situación representa un problema, pues si se suma con los buhoneros, basura y delincuencia dan como resultado “un completo caos”.
Muchos señalan, sin pensarlo dos veces, a los vendedores informales que laboran en esta zona del municipio Sucre, estado Miranda, como los principales causantes de tal panorama. Sin embargo desde el primero de enero, estos están “de vacaciones”, dejando los amplios espacios libres, pero poniendo así evidencia las múltiples fallas y el progresivo deterioro existentes en el lugar que debería ser para el disfrute y esparcimiento de la población.
Problemas
Y es que, aunque algunos vecinos manifestaron sentirse más tranquilos y seguros por la ausencia de los comerciantes a cielo abierto, dada la comodidad que por los momentos tienen pasa caminar; muchos de los otros problemas aún prevalecen, como la basura que continua incrementándose en las aceras, contenedores y vías.
“No se puede negar que el aseo pasa una vez al día y los barrenderos también, pero la cuestión está en el hecho que una recolección diaria no es suficiente para controlar o acabar con el problema, sino que debería ser continuo. Así seguramente la diferencia sería muy grande”, puntualizó Javier Blanco, quien lleva trabajando varios años por la zona.
Las abandonadas áreas verdes también son motivo de quejas, pues en las diferentes jardinerías cercanas a las salidas de la estación del Metro -comúnmente escondidas tras los tarantines- desde hace mucho tiempo no se engalanan con alguna flor, siendo sustituidas por desperdicios sueltos, mientras que las cañerías y desagües están tapados por desechos que le impiden cumplir su función.
“La verdad es que me sorprendí al ver que aquí hay pequeños jardines, aunque están en un estado que da pena, ojala los recuperan. Pero es bueno ver como los viejitos están disfrutando de la placita que esta en el sector de la estatua, cosa que normalmente no pueden hacer por los buhoneros, ojala se mantenga así o mejor”, comentó Glorys Graterol, vecina.
El asfaltado uno de los mayores reclamos; el tramo que está bajo el popularmente llamado “Puente Las Flores” existen varias cráteres que entorpecen el paso vehicular generando cola, situación que se repite en varios puntos de la Redoma, donde además se queda empozada aguas putrefactas productos de la lluvias, varios botes que hay en el lugar, o lo que se desprende de las bolsas de basura.
“Menos inseguridad”
La inseguridad es uno de los factores que más perjudiciales, no obstante, según el comisario de Polisucre, Wilgen Escalona, durante el período de ausencia de los vendedores informales ha bajado “significativamente los índices delictivos”, pues para la primera semana de enero no recibieron ni una denuncia de robo, cuando el promedio es de dos hasta cuatro por día.
“En resumidas cuentas, cuando hay buhoneros el ambiente se vuelve mucho más ideal, por así decirlo, para delinquir; ya que la víctima se ve cercada por los tarantines y el delito suele pasar desapercibido a pesar de suceder frente a una a gran cantidad de gente. Así que con la falta de todos estos elementos, afortunadamente hay menos inseguridad”, precisó el uniformado.
Finalmente, los usuarios anhelaron la total recuperación de la Redoma de Petare con la aplicación de proyectos exitosos como los que se realizaron en el boulevard de Sabana Grande y de El Cementerio, ambos del municipio libertador. “Si allá lograron hacerlo, no hay razón de que aquí no pueda aplicarse. Esperemos que las autoridades estén trabajando en ello”, alentó Maryory Bello, vecina.
Mercado inconcluso
El retorno de los buhoneros de la Redoma de Petare no tiene una fecha pautada, pero sí tienen previsto que será durante el mes de febrero cuando la Alcaldía de Sucre les entregue los permisos correspondientes. Un comerciante que prefirió no revelar su identidad, indicó que el mercado popular de La Urbina –que promete ser parte de la erradicación de la economía a cielo abierto- ya tiene más de dos años en construcción y que la obra se ha mantenido paralizada desde hace varios meses.
“Nosotros tenemos que trabajar, todo está muy bonito, pero no tenemos más salida que esa, si no nos ponemos simplemente no tendremos qué comer… La respuesta está en que terminen de entregar los puestos del mercado, por los que ahora están cobrando una cantidad de dinero impagable para optar por un local, así que se le irá a quedar frío porque dudo que alguien tenga como pagarlo”, resaltó.