El «síndrome del ratón»

Los médicos y fisioterapéutas recomiendan utilizar ratones anatómicos, evitar los de pequeño tamaño y aprender una secuencia de movimientos de elongación (estiramientos) de la musculatura del brazo.
Los médicos y fisioterapéutas recomiendan utilizar ratones anatómicos, evitar los de pequeño tamaño y aprender una secuencia de movimientos de elongación (estiramientos) de la musculatura del brazo.

El síndrome del túnel carpiano, conocido coloquialmente como síndrome del ratón, se produce por la compresión del nervio mediano en la muñeca. Esta afección, habitual entre los usuarios de ordenadores, puede causar dolor y pérdida de la sensibilidad.

“El síndrome del túnel carpiano es una patología muy común. Constituye la neuropatía de compresión de nervio periférico más frecuente, pues afecta a entre el uno y el tres por ciento de la población general y a más del cinco por ciento de los trabajadores con determinadas ocupaciones que requieren el uso repetitivo de manos y muñecas”


Esta patología se produce cuando el nervio mediano, que desciende desde el brazo hasta la mano, se comprime a su paso por el túnel carpiano, una corredera ósea situada en la muñeca.
“El nervio mediano controla las sensaciones del lado palmar del pulgar y de los dedos (excepto el meñique), así como los impulsos a algunos músculos pequeños de la mano que permiten que se muevan los dedos”, explican los especialistas del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.
“El túnel carpiano aloja al nervio mediano y a los tendones. A veces, el engrosamiento de los tendones irritados u otra inflamación estrecha el túnel y hace que el nervio mediano se comprima”, añaden.
La compresión del nervio mediano se produce habitualmente “por una excesiva presión en la zona, cuando la muñeca se apoya contra superficies duras, por ejemplo, una mesa”, describe José Antonio Martín Urrialde, presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España.
Con frecuencia esta patología se relaciona con ocupaciones o actividades que implican maniobras manuales repetitivas, como el uso de herramientas o del ratón del ordenador.
«Asimismo, el síndrome del túnel carpiano puede asociarse a enfermedades endocrinológicas como el hipotiroidismo o la acromegalia; a patologías reumáticas; a enfermedades de depósito, como la miloidosis o la mucopolisacaridosis; a algunos tumores; al tratamiento con esteroides o estrógenos, y al embarazo y lactancia materna», señala el doctor Bartolomé Bejarano Herruzo, miembro del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra (norte de España).
«El síndrome del túnel carpiano es una patología muy común. Constituye la neuropatía de compresión de nervio periférico más frecuente, pues afecta a entre el uno y el tres por ciento de la población general y a más del cinco por ciento de los trabajadores con determinadas ocupaciones que requieren el uso repetitivo de manos y muñecas», expone el doctor Bejarano en el sitio web de este centro sanitario. “Dicho cuadro es mucho más frecuente en mujeres de entre cuarenta y sesenta años”, destaca.

Alteraciones motoras y sensitivas

Esta afección presenta “dolor irradiado a la palma de la mano, sobre todo en los dedos índice y corazón, así como pérdida de sensibilidad”, precisa José Antonio Martín Urrialde.
Por lo general, los síntomas comienzan gradualmente con ardor y hormigueo frecuente o con entumecimiento y picor en la palma de la mano y en los dedos, apuntan los especialistas del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.
“A menudo los síntomas aparecen primero durante la noche, ya que muchas personas duermen con las muñecas flexionadas. Así, quienes padecen el síndrome del túnel carpiano pueden despertar con la necesidad de sacudir la mano o la muñeca. Pero, a medida que los síntomas empeoran, también pueden sentir hormigueo durante el día”, manifiestan.
Además, la disminución de la fuerza de agarre “podría dificultar cerrar el puño, asir objetos pequeños o realizar otras tareas manuales”, sostienen. Algunas personas no pueden discriminar entre calor y frío al tacto y, en casos crónicos o no tratados, los músculos de la base del pulgar podrían atrofiarse, aclaran.
El síndrome del túnel carpiano puede tener consecuencias a largo plazo ya que, según explica José Antonio Martín Urrialde, esta patología puede producir “alteraciones motoras y sensitivas, con pérdida de función de la mano”. En este sentido, subraya que la actuación preventiva del fisioterapeuta es “esencial”.
En estadios iniciales, la fisioterapia permite “liberar la compresión y eliminar los síntomas”, señala. No obstante, cuando el cuadro es más avanzado, la cirugía, seguida de tratamiento fisioterápico, consigue devolver la normalidad a la mano, indica.
Pero, aparte del síndrome del túnel carpiano, el uso del ratón del ordenador puede dar lugar a otras alteraciones. Martín Urrialde aclara que también existen lesiones a nivel cervical, sobre todo cuando el apoyo del brazo es insuficiente, es decir, sólo se coloca la muñeca sobre la mesa y se deja el resto del brazo colgando. Por ello, el fisioterapeuta considera “fundamental” educar a los pacientes para que todo el brazo repose sobre la mesa de trabajo.
Junto a la corrección postural, el experto recomienda utilizar ratones anatómicos, evitar los de pequeño tamaño y aprender una secuencia de movimientos de elongación (estiramientos) de la musculatura del brazo. Adoptar estas medidas ayudará a prevenir la aparición de dolores y alteraciones en la muñeca producidos por el uso del ratón.

De interés

+++ Los síntomas comienzan gradualmente con ardor y hormigueo frecuente o con entumecimiento y picor en la palma de la mano y en los dedos, apuntan los especialistas del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.

+++ La compresión del nervio mediano se produce habitualmente “por una excesiva presión en la zona, cuando la muñeca se apoya contra superficies duras, por ejemplo, una mesa”, describe José Antonio Martín Urrialde, presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España

Salir de la versión móvil