Un exjefe del alto mando militar, detenido en una cárcel castrense, afirmó que Venezuela encara un futuro incierto ante las complicaciones de salud del presidente Hugo Chávez y señaló que las actuales autoridades no garantizan la convivencia pacífica en el país.
«Tengo la certeza que el espíritu democrático de la mayoría venezolana hará un frente común para retomar la senda democrática mediante la instrumentación del desafío político no violento», dijo el exministro de Defensa y ex aliado de Chávez, general retirado Raúl Isaías Baduel, a The Associated Press en un cuestionario que respondió el fin de semana desde su celda en la cárcel de Ramo Verde, a las afueras de la capital.
El ex jefe militar, quien a pesar de su condición de retirado es considerado una influyente figura en el sector castrense, señaló que debido al agravamiento de la salud de Chávez en Venezuela «se ha venido conformando una falsificación del Estado y cada vez más tenemos un ‘paraestado’ que en la deformada versión que nos presentan sus provisionales detentadores, no asegura ni la convivencia pacífica».
Agregó que «se acentúa cada vez más en nuestro país la deplorable situación de degradación de la institucionalidad democrática y todo gravita alrededor de la ambición personalista de Hugo Chávez de perpetuarse en el poder a despecho de la destrucción del país en todos sus órdenes; todo esto con la venia servil de los demás poderes constituidos, quienes actúan en abyecta sumisión ante el Poder Ejecutivo», agregó.
Baduel también sostuvo que las autoridades castrenses vulneran la carta magna que señala que la fuerza armada debe estar al servicio de los intereses de la nación y «en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna».
El exjefe militar dijo que a pesar de los «dislates» del alto mando, confía en que «no representan a la mayoría» de la fuerza armada, que está integrada por 134.000 uniformados.
Baduel denunció el 11 de enero en una misiva desde la cárcel que el gobierno y la mayoría oficialista de la Asamblea Nacional perpetraron un «golpe de estado constitucional», al aprobar la postergación de la toma de posesión de Chávez, quien permanece en La Habana desde hace seis semanas por la reincidencia del cáncer que padece.
El exministro de Defensa exhortó a los venezolanos a restablecer el orden constitucional del país.
El Tribunal Supremo de Justicia decidió el 9 de enero que la juramentación de Chávez, que estaba pautada para el día siguiente según lo establece la constitución, podía postergarse en razón del permiso indefinido que le otorgó el Congreso por sus complicaciones de salud, y el actual gobierno, que encabeza el vicepresidente Nicolás Maduro, seguiría en sus funciones.
Baduel fue sentenciado por un tribunal militar en 2010 a más de siete años de prisión por su responsabilidad en los delitos de sustracción de fondos públicos, contra el decoro militar y abuso de autoridad durante su gestión como ministro entre los años 2006 y 2007.
El exjefe militar encabezó el movimiento castrense que permitió el regreso de Chávez al gobierno tras el fallido golpe de abril de 2002. Tras ser considerado uno de los más leales colaboradores de Chávez, Baduel rompió con el presidente debido a divergencias sobre una reforma constitucional que el mandatario buscaba implantar en 2007 sobre la reelección indefinida y la creación de un estado socialista.
Chávez, de 58 años, se sometió el 11 de diciembre en La Habana a su cuarta operación en un año y medio, dos meses después de ganar la reelección para un mandato de seis años. Desde que Chávez partió el 10 de diciembre a Cuba para operarse no se lo ha visto en público ni ha ofrecido declaraciones en los medios oficiales.
Maduro informó la víspera que el mandatario «va saliendo del postoperatorio para entrar en una nueva fase de tratamiento que está en proceso de evaluación».
El vicepresidente admitió que la primera fase del tratamiento que enfrentó Chávez «ha sido tan compleja y tan difícil que nos ha llevado a etapas angustiantes», pero que el gobernante «va remontando la cuesta, va estabilizándose en todos sus valores». Las autoridades venezolanas han proporcionado pocos detalles específicos sobre la condición de Chávez y no han ofrecido información sobre su diagnóstico a largo plazo.
AP