El ataque a un blanco religioso delicado llegó cuando el primer ministro, el chií Nuri al Maliki afronta la presión de masivas manifestaciones suníes que están aumentando el temor a que el país miembro de la OPEP vuelva a hundirse en la confrontación sectaria
BAGDAD. Un atacante suicida con una bomba causó la muerte de al menos 20 personas al inmolarse el miércoles durante un funeral en una mezquita chií en el norte de Irak.
El ataque a un blanco religioso delicado llegó cuando el primer ministro, el chií Nuri al Maliki afronta la presión de masivas manifestaciones suníes que están aumentando el temor a que el país miembro de la OPEP vuelva a hundirse en la confrontación sectaria.
«Un atacante suicida mató e hirió a decenas de personas en una mezquita. No sabemos quién está detrás de esto», dijo Amin Aziz, vicegobernador de la provincia de Salahuddin. «Aún no tenemos una cifra de muertos precisa».
La policía, que seguía rescatando víctimas en el lugar del ataque, dijo que al menos 20 personas murieron y otras 35 resultaron heridas por la explosión en Tuz Jurmato, una ciudad religiosa y étnicamente variada situada 170 kilómetros al norte de la capital, Bagdad.
Un año después de que las últimas tropas estadounidenses abandonaran el país, insurgentes suníes ligados a Al Qaeda aún cometen importantes atentados para intentar provocar el tipo de confrontación entre chiíes y suníes que provocó la muerte de miles de personas en 2006-2007.
Maliki está teniendo problemas para poner fin a semanas de protestas por parte de los suníes mientras su frágil Gobierno, dividido entre la mayoría chií a la que pertenece, los suníes y la etnia kurda, está paralizado por las diferencias sobre el reparto del poder.
Agencias