El cadáver de Juan Dionisio Revelo Marcano, de 47 años de edad, quedó tendido frente a la licorería El Oso, en la avenida principal de Los Cortijos la madrugada de ayer. Los ocupantes de una camioneta Toyota 4Runner que pasó por el sitio se bajaron en el lugar luego de verificar que el hombre estaba allí y le descargaron unos 60 disparos, algunos de ellos como tiros de gracia cuando había caído en el pavimento, ante la mirada de un numeroso grupo de personas que a esa compartían frente a la venta de licores.
La víctima había llegado a la licorería en compañía de un joven de 24 años de edad y una adolescente de 17 años. Conoció al muchacho recientemente y cuando se consiguieron el jueves acordaron reunrise para salir a dar una vuelta. Frente al negocio Revelo estacionó su camioneta Chevrolet Tahoe negra y se bajó para ponerse beber licor hasta aproximadamente las 3:30 de la amdrugada cuando se produjo la balacera en la que resultaron heridos con disparos leves sus dos amigos.
En medio de los disparos, todos los presentes corrieron y se lanzaron al suelo buscando resguardo. Cuando los homicidas huyeron en la Toyota, el joven de 24 años tomó las llaves de la Tahoe y subió a la adolescente para partir rumbo al hospital Ana Pérez de León buscando atención médica. En el sitio notificó del hecho a las autoridades, pero cuando las comisiones acudieron al sitio hallaron el cadáver de Juan Dionisio Revelo abandonado.
Los heridos contaron que la camioneta donde viajaban los homicidas había pasado frente a ellos minutos antes y que los homicidas bajaron los vidrios para ver hacia la licorería que ya había cerrado sus puertas. El carro continuó la marcha pero en la esquina giró y se regresó. Los sujetos bajaron muy de prisa disparando. El sitio es utilizado como zona de esparcimiento para personas que estacionan sus vehículos donde escuchan música e ingieren licor hasta altas horas de la madrugada. El móvil y ocupación de la víctima se desconoce.