La más grande cumbre que se haya realizado en este país convoca a 43 gobernantes de los 61 países de ambos continentes
SANTIAGO, Chile (AP) — Con la presencia de influyentes líderes mundiales comenzó el viernes la Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea en la que se espera que los latinoamericanos demanden un trato simétrico a las economías europeas que atraviesan una situación crítica pero que continúan siendo las mayores inversoras en la región.
La más grande cumbre que se haya realizado en este país convoca a 43 gobernantes de los 61 países de ambos continentes, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel, el jefe del decaído gobierno español Mariano Rajoy, el primer ministro de Francia Jean-Marc Ayrault y la presidenta brasileña Dilma Roussef, entre otros. También participará el gobernante cubano Raúl Castro, cuya presencia en el país suscita situaciones incómodas al propio mandatario anfitrión, Sebastián Piñera.
Piñera manifestó que en la cumbre demandará una relación horizontal de los países en desarrollo con los desarrollados. El mandatario chileno, como anfitrión y presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, será el portavoz de la inquietud de los latinoamericanos y caribeños ante una Europa deprimida pero que es el mayor inversor en la región.
Castro asumirá al término de la cumbre la presidencia pro témpore del grupo latinoamericano, que hasta ahora ejerce Chile.
Un fuerte dispositivo policial que contempla el despliegue de unos 7.000 efectivos resguardará la seguridad de la cumbre, que además tendrá paralelamente una cumbre de los pueblos y otra de empresarios de ambos continentes.
Piñera, pese al incidente político y diplomático que pueda suscitar, se comprometió con el poderoso partido ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) a entregar a Castro antecedentes que avalarían la protección cubana a una pareja de chilenos que estuvo vinculada con el comando que asesinó en 1991 al senador Jaime Guzmán, el cerebro de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y fundador de la UDI. Ese partido es uno de los dos que conforman la alianza de gobierno y su peso en el Ejecutivo es notorio, tanto que el jefe del gabinete ministerial, el ministro del Interior Andrés Chadwick, es militante de la UDI. Chadwick, además, es primo de Piñera.
La dirigencia de la UDI intentó el jueves entregar una carta, que además harán llegar a los asistentes a la cumbre, en la embajada cubana. Grupos partidarios y detractores del gobierno cubano se enfrentaron verbalmente y Chadwick defendió el derecho de expresión de los opositores al castrismo.
Piñera manifestó que en la cumbre demandará una relación horizontal y simétrica de los países en desarrollo con los desarrollados. El mandatario chileno, como anfitrión y presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, será el portavoz de la inquietud de los latinoamericanos y caribeños ante una Europa deprimida pero que es el mayor inversor en la región.
Para el gobernante chileno, que se encuentra en sus últimos 14 meses de gobierno, representa una vitrina para exhibir los satisfactorios índices económicos de Chile, con un crecimiento superior al 5%, un desempleo algo superior al 6% y una inflación de 1,5%. Pese a sus indicadores, Piñera mantiene una baja popularidad que apenas supera el 30%.
La cumbre le servirá también a Piñera para estrechar lazos con los países latinoamericanos en momentos en que está enfrentado en la Corte Internacional de Justicia de La Haya con Perú por un diferendo marítimo limítrofe y con Bolivia por la demanda de una salida al mar de ese país, que perdió con Chile en una guerra en el siglo XIX.