Tenemos a un Presidente invisible y es que ya hace más de un mes que no lo vemos ni escuchamos, lo que es peor aún, sin ninguna información oficial emanada de un equipo médico especializado como se hace en cualquier país del mundo, sólo sabemos lo que nos dice el vicepresidente Maduro o de su ministro Villegas.
En Venezuela, oficialismo y oposición, reclamamos su aparición pública, es cierto que como todo ser humano se merece su tratamiento médico pero resulta que estamos hablando del presidente de un país; todo esto se ha convertido en un mundo de contradicciones. Cuando su tren ejecutivo dice que el Presidente está al frente del poder, tomando decisiones; si esto es así, la pregunta es y ¿donde esta Chávez?… ¡Fe de vida del presidente exigen los estudiantes!
Es que no vimos fotos ni siquiera de su familia cuando la presidenta Cristina de Kirchner lo visitó, por lo cual confirmo una vez más que el estado venezolano se ha convertido en un apéndice de Cuba
Comparto la opinión de nuestro líder y Gobernador Henrique Capriles Radonski quien ha dicho que si el presidente de la República puede firmar decretos, entonces demandemos su presentación, que le hable a Venezuela y le diga qué es lo que está pasando porque en Venezuela lo que hay es desgobierno.
Insisto, Maduro y otros ministros han transmitido en las últimas semanas al país supuestos mensajes y decisiones del presidente, pero no ha habido fotos, llamadas telefónicas o apariciones públicas de Chávez, lo que ha aumentado es el escepticismo.
El ejercicio del poder público no puede ser manejado por un grupito en componenda, liderazgo no es poder y dominio y llevarse por delante el todo por el todo sólo por mantener un estatus político hasta el punto de pisotear nuestra Constitución Nacional.
No podemos seguir a un líder ni adorar a quien no puede ejercer el liderazgo en cuerpo presente, nuestro país exige cumplir con el orden institucional y respetar los esquemas democráticos, al contrario, lo que vemos es una danza de personajes con olor a la Cuba Castrista, todo esto que se ha convertido en una jalea con mango.
Quienes han seguido al presidente Chávez hoy día deben sentir ese sabor amargo de los defraudados por su líder es por eso que la verdad ya debe manifestarse.
Mientras, sólo tenemos a un presidente que lucha por su vida pero que antepuso sus ansias de poder por ser reelecto, engañando a sus militantes que creyeron en él y hoy tristemente tenemos un liderazgo virtual lejos de su país, en la isla de Cuba, mientras el misterio cada día ronda más sobre esta crisis histórica de Venezuela.
Flavia Martineau