El mandatario dijo a la revista The New Republic, que tiene respeto por la tradición de la cacería
WASHINGTON. Los defensores del control de armas deben escuchar un poco más de lo que acostumbran durante el actual debate sobre las armas de fuego en Estados Unidos, dijo el presidente Barack Obama.
En una entrevista con la revista The New Republic, el mandatario dijo que tiene «un profundo respeto» por la tradición de la cacería, que se remonta varias generaciones.
«Creo que quienes desestiman eso sin pensarlo dos veces cometen un gran error. Parte de ser capaz de avanzar en este tema es comprender que la realidad de las armas en las zonas urbanas es muy diferente a las realidades de las armas en zonas rurales», añadió.
Obama ha hecho un llamamiento para prohibir las armas de asalto de tipo militar y los cartuchos de alta capacidad y está impulsando otras políticas tras la masacre del mes pasado en una escuela primaria en Newtown, Connecticut.
En respuesta, los defensores de la tenencia de armas acusan a Obama y otros de ignorar los derechos de los estadounidenses según la Segunda Enmienda de la Constitución.
El presidente dijo que es comprensible que las personas quieran proteger las tradiciones familiares cuando se trata de la cacería.
«Así que intentar salvar esa brecha creo que va a ser parte de la tarea más difícil en los próximos meses. Eso significa que los defensores del control de armas tienen que escuchar un poco más de lo que lo hacen a veces», dijo.
¿El propio Obama disparó alguna vez un arma?
«Sí», contestó el presidente, «de hecho, en Camp David hacemos tiro al blanco todo el tiempo».
Sus hijas no disparan al blanco en la residencia de recreo presidencial en Maryland, añadió, «pero muchas veces mis invitados van allí».
La entrevista completa será publicada en la edición del 11 de febrero de The New Republic. AP