La implementación de un sistema estadal de centros para recibir pacientes cardíacos (CRC) y de protocolos en emergencias (SEM), duplicó la sobrevida y mejoró significativamente la evolución neurológica
NUEVA YORK. Los esfuerzos de los servicios de urgencias de Arizona por mejorar la atención tras un infarto cardíaco extrahospitalario fueron «enormemente exitosos», informó un equipo durante la Reunión Científica 2013 de la Sociedad Nacional de Médicos de Servicios de Emergencias (NAEMSP) en Florida, Estados Unidos.
La implementación de un sistema estadal de centros para recibir pacientes cardíacos (CRC) y de protocolos en emergencias (SEM), que incluye el uso de hipotermia terapéutica en pacientes adecuados y su traslado directo a los hospitales equipados para realizar intervenciones coronarias percutáneas (ICP), duplicó la sobrevida y mejoró significativamente la evolución neurológica, indicó el doctor Daniel Spaite, de la Universidad de Arizona.
«Lo importante a destacar es que la implementación de esos protocolos es posible y no es costosa», dijo.
«No le pedimos al personal que hiciera nada que no sea razonable. Lo primero es empezar a utilizar el laboratorio de cateterismo, si ya existe para los pacientes con un paro cardíaco, y usar la hipotermia terapéutica, algo que cualquiera puede hacer», agregó.
Spaite, que promovió este nuevo sistema de emergencias, señaló que aunque la hipotermia terapéutica demostró mejorar los resultados neurológicos después de un paro cardíaco fuera del hospital en un artículo publicado en el 2002 en New England Journal of Medicine, advertió que en Arizona casi ni se utilizaba.
«En el 2006, un estudio de Arizona demostró que sólo cuatro de casi 2.000 pacientes recibía hipotermia terapéutica, y eso ocurría a cuatro años del estudio aleatorizado publicado en NEJM. Aun así, nadie lo estaba aplicando», aseveró.
En el 2007, el equipo de Spaite con el Departamento de Servicios de Salud de Arizona diseñó un programa con hospitales designados como CRC, según su capacidad de brindar la atención que recomienda la Asociación Estadounidense del Corazón para los pacientes que tuvieron un paro cardíaco y realizar ICP las 24 horas todos los días de la semana.
Al mismo tiempo, el Consejo de SEM del Estado de Arizona aprobó los protocolos para que el personal transportara a los pacientes indicados a los CRC directamente y si eso no demoraba más de 15 minutos.
Participaron unas 150 agencias de SEM y 31 hospitales fueron designados CRC, lo que abarcó al 80 por ciento de la población de Arizona.
El equipo de Spaite comparó los resultados del sistema de atención antes de la implementación del nuevo programa (en 440 pacientes) y después de su aplicación (en 1734 pacientes).
Halló que el nuevo sistema estadual estaba asociado con un 61,8 por ciento de aumento relativo de la sobrevida y de mejoría del estado neurológico de los pacientes. La sobrevida de los pacientes con una alteración del ritmo cardíaco que se puede tratar con un desfibrilador mejoró un 72,8 por ciento y la evolución neurológica lo hizo un 52 por ciento.
«Nuestro estudio demuestra que la implementación del programa es posible», destacó Spaite.
«El mensaje para las autoridades de salud pública, los jefes de bomberos de sistemas grandes, los directores médicos de los condados, las ciudades y los estados es que todo esto se puede hacer de manera voluntaria relacionándose más. Nuestro programa alcanzó un éxito extraordinario y, ahora, la mitad de los hospitales de Arizona son CRC», indicó.
Aclaró que la mejoría de los resultados no se obtuvo sólo en los grandes centros, sino también en los hospitales de los suburbios y las zonas rurales de Arizona.
El doctor David Slattery, especialista en medicina de emergencias de la Facultad de Medicina de University of Nevada, Las Vegas, elogió el estudio.
«Este trabajo de los doctores Spaite, Ben Bobrow y sus colegas es increíble por muchos motivos», dijo.
«Primero, demostraron que pudieron lograr un cambio voluntario y estadual de la práctica clínica, lo que provocó un avance impresionante en la sobrevida de los pacientes con paro cardíaco súbito. Lograrlo en una sola ciudad o una región es muy desafiante, pero ellos movieron significativamente ‘la aguja de la sobrevida’ en todo el estado», explicó.
«Además, el estudio demuestra que a los hospitales y las agencias de SEM del estado de Arizona realmente les importan los pacientes que atienden, como quedó claro a través de su deseo de cambiar, el tratamiento del paro cardíaco súbito, la transparencia en la notificación de los resultados y la dedicación continua a salvar vidas», concluyó. Agencias