Un oficial militar dijo el lunes que el número de muertos en el incendio de la madrugada del domingo, asciende ahora a 231 personas. El fuego se desató en el centro nocturno en la sureña Santa María, una ciudad universitaria de unos 260.000 habitantes
SANTA MARIA. La policía brasileña arrestó a tres personas y busca a una cuarta en relación al incendio en un centro nocturno en el que perecieron más de 230 personas, informaron el lunes las autoridades.
El inspector Ranolfo Vieira Junior dijo en conferencia de prensa que las detenciones son sólo para fines investigativos y que tienen un límite de cinco días.
Declinó identificar a los detenidos, así como a la cuarta persona a la que se busca, pero el diario local Zero Hora cita al abogado Jader Marques diciendo que su cliente Elissandro Spohr, copropietario del lugar, había sido detenido.
El periódico también dijo que la policía había detenido a dos miembros de la banda que estaban en el escenario cuando se inició el incendio y se cree que utilizaron pirotecnia en su espectáculo.
Un oficial militar dijo el lunes que el número de muertos en el incendio de la madrugada del domingo, asciende ahora a 231 personas. El fuego se desató en el centro nocturno Kiss en Santa María, una ciudad universitaria de unos 260.000 habitantes en el sur de Brasil. Muchas de las víctimas tenían menos de 20 años, e incluso había menores de edad. La mayoría de las víctimas murieron por inhalación de humo y no quemadas.
La Policía ha dicho que piensa que el incendio se debió a los fuegos pirotécnicos que encendieron el aislante del sonido en el techo durante la presentación de la banda musical, mientras que algunos testigos han reportado que un extinguidor que no servía y que sólo había una salida en funcionamiento. Muchos de los muertos fueron encontrados en los dos baños del lugar, a donde llegaron aparentemente porque, enceguecidos por el humo, confundieron las puertas por salidas.
«Fue terrible adentro —era como una de esas películas del Holocausto, cuerpos apilados uno encima de otro», dijo Sandro Meinerz, inspector de la policía. «Tuvimos que usar camiones para moverlos. Nos llevó seis horas sacar todos los cuerpos».
Los sobrevivientes y otro inspector, Marcelo Arigony, dijeron que los guardias de seguridad intentaron brevemente impedir que la gente saliera del lugar. Los centros nocturnos brasileños suelen exigir el pago de la cuenta para permitir a la gente que abandone el lugar.
«Era caótico y no parece que haya sido un hecho de mala fe ya que varios guardias de seguridad también murieron», dijo Arigony a The Associated Press.
Los bomberos que llegaron al incendio, al principio tuvieron problemas para entrar al lugar dado que «había una barrera de cuerpos bloqueando la entrada», dijo al periódico O Globo Guido Pedroso Melo, comandante del departamento de bomberos.
Según las autoridades, miembros de la banda musical que estaba en el escenario hablaron con la policía y confirmaron el uso de fuegos de artificio en su espectáculo.
Argentina anunció que
enviará ayuda humanitaria.
Un cargamento de piel y membrana amniótica será enviado por avión el lunes desde Buenos Aires a la ciudad brasileña de Porto Alegre para asistir a víctimas del incendio de la discoteca Kiss.
El ministro de Salud, Juan Manzur, informó que se enviarán 10.000 centímetros cuadrados de piel y 20.000 centímetros cuadrados de membrana amniótica, que se utilizarán para asistir a los heridos con quemaduras graves producidas en el incendio de la discoteca.
Manzur recordó que «la piel y otros tejidos son obtenidos mediante la donación de órganos, por eso es importante recalcar el rol fundamental que juega en este tipo de siniestros graves la actitud comprometida de todos los argentinos.
El ministro precisó que «los tejidos como la piel y la membrana amniótica se utilizan como apósitos biológicos que ayudan a mejorar el proceso natural de recuperación de la piel y protegen al paciente de posibles infecciones, que son la principal causa de complicación en las personas con grandes quemaduras».
El dolor se vuelve ira
Familiares de las 231 víctimas del incendio de una discoteca en Brasil enterraron el lunes a sus muertos y exigieron respuestas, mientras la policía interrogaba a los miembros de la banda musical que encendieron los fuegos artificiales que habrían originado el fuego.
Varios ataúdes, algunos envueltos en las banderas de los clubes de fútbol de las víctimas, fueron alineados en un gimnasio municipal transformado en morgue en Santa María, la ciudad del sur de Brasil que se convirtió en el escenario de uno de los incendios de clubes nocturnos más trágicos de la última década.
Los conmocionados residentes de Santa María participaron el lunes en un maratón de funerales que comenzaron al alba, mientras el foco de la tragedia se trasladaba a una serie de investigaciones policiales, demandas y recriminaciones a políticos que podrían prolongarse por meses.
«No podemos confiar en la capacidad del ayuntamiento, ni de la policía ni de nadie que permita una fiesta con más de 1.000 personas bajo estas circunstancias», dijo Erica Weber, que acompañaba a su hija al funeral de una compañera de clase.
Julián Barbassa / AP