En Hollywood, todas películas, así estén basadas en hechos de la vida real, tienen su tinte de ficción y «Zero Dark Thirty» no es la excepción. La cinta que cuenta cómo fue la cacería que terminó con la muerte del líder del terrorista más buscado del mundo en 2011, despertó todo tipo de reacciones por su fuerte carga política y porque sugiere que la tortura fue lo que permitió dar con el paradero de Bin Laden. La controversia aumentó cuando el congreso de Estados Unidos empezó a cuestionar a la CIA y al Pentágono porque le habrían dado a los realizadores acceso a material clasificado. En efecto, ambos entes reconocen que se vieron con los cineastas y les prestaron asesorías en la producción.
Pero tanto la directora, Kathryn Bigelow, como el guionista, Mark Boal, niegan haber recibido más información de la debida. La cinta finalmente se estrenó en medio de una gran polarización, y por más que pasa el tiempo, la polémica no para. Ahora la CIA insiste en que el personaje central de la cinta, una agente llamada Maya interpretada por Jessica Chastain, nunca existió.
Según el dominical ‘The Sunday Times’, Bigelow y la actriz se reunieron con la Maya real, quien les contó los pormenores de la operación. Pero de acuerdo con Nada Bakos, exoficial de la CIA, en la agencia nunca hubo un personaje como el que se presenta en Zero Dark Thirty: “Nadie estuvo en Islamabad por diez años tratando de hacer encajar la historia. Hubo muchísima gente involucrada. Lo que veo en el personaje de la película es una mezcla de varios agentes, incluida yo”.
Las declaraciones dejan abierto el interrogante de si Maya es real o un simple producto de la ficción. Sea cual sea, la nueva polémica promete una nueva ola de publicidad para la cinta que está compitiendo por el premio Óscar a Mejor Película.