La propuesta presentada por el mandatario da la opción de naturalizarse a los indocumentados que se sometan a revisiones de seguridad nacional y prontuario policial, paguen impuestos y una multa, esperen que se hayan atendido todas las solicitudes presentadas previamente por los inmigrantes legales y aprendan inglés
Nevada. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó el martes al Congreso a realizar avances en los planes para reformar el sistema de inmigración estadounidense y ofrecer una vía a millones de inmigrantes ilegales para obtener la ciudadanía.
Reflejando la creciente influencia de los votantes hispanos, Obama viajó al estado de Nevada poco más de una semana después del inicio de su segundo mandato para defender una rápida acción bipartidista sobre la inmigración.
«Necesitamos que el Congreso actúe sobre una postura integral que finalmente lidie con los 11 millones de inmigrantes indocumentados», afirmó Obama en una escuela secundaria en Las Vegas.
Tras años congelada, la reforma migratoria tiene de pronto probabilidades de ser aprobada debido a que los republicanos, castigados por votantes latinos que los rechazaron en las elecciones de noviembre, ven con mejores ojos una reforma inmigratoria.
Obama realizó los comentarios un día después de que un influyente grupo de senadores demócratas y republicanos divulgasen un amplio plan propio que es similar a las propuestas de inmigración de la Casa Blanca.
El presidente dijo que si el Congreso no es capaz de actuar a tiempo, propondrá una legislación migratoria propia y exigirá que los legisladores la voten.
Una reforma migratoria podría darle a Obama un importante logro durante su segundo mandato, pero la Casa Blanca sabe que el éxito sobre un tema tan polémico requerirá de un delicado acto de equilibrio.
El desafío de Obama es alentar el avance hacia una legislación guiada por el plan inmigratorio de los senadores sin alienar a sus más fieros opositores republicanos, que podrían rechazar cualquier cosa que lleve el nombre del presidente demócrata.
Presagiando lo que podría ser un punto de desacuerdo crítico con los republicanos, Obama no respaldó la petición del grupo de Senadores de que el camino a la ciudadanía dependa de que antes se haga más por asegurar las fronteras de Estados Unidos, una concesión realizada para complacer a los conservadores.
Se espera que otro punto de disputa sea la discusión sobre si entregar a las parejas de un mismo sexo los mismos beneficios que a parejas heterosexuales en virtud de la reforma migratoria, algo sobre lo que Obama insistirá, según la Casa Blanca, pero que no fue cubierto por el grupo de senadores. Agencias
Organizaciones optimistas
Organizaciones religiosas y activistas a favor de una reforma migratoria que conceda a los 11 millones de inmigrantes ilegales la opción de naturalizarse expresaron su optimismo el martes tras escuchar al presidente Barack Obama decir que «ahora es el momento» para lograr la reforma.
El sacerdote católico Jesús Nieto-Ruiz, integrante de la red nacional religiosa PICO, dijo estar «esperanzado de que las declaraciones del presidente marquen una comprensión fundamental de que la naturalización es la única solución consistente con los valores estadounidenses y las creencias de cada credo religioso».
Ali Noorani, director del Foro Nacional de Inmigración, indicó que «el presidente hoy afirmó y consolidó la urgencia por la reforma migratoria que líderes bipartidas impulsaron el lunes en el Senado».
Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON por sus siglas en inglés), exhortó a Obama a «seguir su discurso con una orden inmediata para suspender las deportaciones como el primer paso para abrir la vía a la naturalización para los inmigrantes indocumentados».
AP