Este retraso costó caro a la canadiense: su participación en el mercado descendió al 6% en 2012
Tras un vertiginoso retroceso en el mercado de las telecomunicaciones, la firma canadiense Research in Motion (RIM) juega este miércoles todas sus fichas a la presentación de su nuevo sistema operativo BlackBerry 10 y de una nueva generación de celulares que deben sellar su futuro.
Un año después de la partida de los dos fundadores y dirigentes históricos de RIM, Jim Balsillie y Mike Lazaridis, será la hora de la verdad para el presidente Thorsten Heins y su director de marketing Frank Boulben.
A las 15H00 GMT, el dúo que aterrizó en plena debacle de la compañía debe presentar una nueva gama de aparatos y la última versión del sistema operativo de RIM, en un gran lanzamiento que debe ser retransmitido simultáneamente en Toronto, Londres, París, Johannesburgo y Dubai.
Retomando las exitosas presentaciones de Apple, su principal rival, Heins y Boulben deben encabezar una presentación magistral de su producto, que llega al mercado con dos años de retraso.
“Nos hemos tomado el tiempo para construir una plataforma fiable para los próximos diez años”, explicó recientemente Heins al periódico alemán Die Welt.
Para François Morin, presidente de la consultora canadiense M2M Digital, los directivos sabían que tenían “solo una posibilidad para sacar este producto y que en términos de investigación y desarrollo no estaban en el punto” en aquel momento, explicó a la AFP.
Este retraso costó caro a la canadiense: su participación en el mercado descendió al 6% en 2012, según la consultora IDC, siendo superada incluso por Nokia y HTC. Por el contrario, la surcoreana Samsung consolidó su liderazgo en el área de los teléfonos inteligentes con el 39,6% del mercado, del que Apple obtuvo, por su lado, una cuarta parte.
La estrepitosa caída de sus acciones en los últimos años también da muestra de la pérdida de terreno de RIM. Los títulos pasaron de valer 144 dólares en 2008 a cerrar el martes a 15,66 unidades.
Pero con todavía 80 millones de usuarios, sin deudas, y una popularidad aún fuerte fuera de América del Norte y Europa, muchos analistas aconsejan todavía no enterrar a la canadiense.
“La firma puede mantener este ritmo durante varios años”, estimó Claire Booty, analista de Ovum.
Agencias