Distribuye insulina y glucagon mediante bombas basadas en las lecturas de sensores que vigilan de forma continua la glucosa y que son controladas por un complicado algoritmo desarrollado por investigadores de Montreal
TORONTO. Investigadores canadienses dijeron que un sistema de páncreas artificial de doble hormona es mejor para pacientes con diabetes del tipo 1 que los tratamientos convencionales.
En un estudio publicado en la revista médica Canadian Medical Association Journal, investigadores de la Universidad McGill de Montreal señalaron que el sistema, también conocido como sistema de distribución de ciclo cerrado, mejora el control de los niveles de glucosa y reduce el riesgo de hipoglucemia.
El sistema de páncreas artificial distribuye insulina y glucagon mediante bombas basadas en las lecturas de sensores que vigilan de forma continua la glucosa y que son controladas por un complicado algoritmo desarrollado por investigadores de Montreal.
El estudio comprobó que el sistema de páncreas artificial consiguió mantener los niveles de glucosa adecuados un 71 % del tiempo mientras que el tratamiento convencional logró sólo un 57 %.
Los investigadores siguieron a 15 pacientes que utilizaron de forma alternativa el sistema de páncreas artificial y la terapia convencional de bombas de insulina.
Es el primer estudio que compara ambos sistemas de forma aleatoria.
«El sistema de páncreas artificial de doble hormona mejoró el control de glucosa y redujo el riesgo de hipoglucemia en los 15 participantes», dijeron los autores.
«Los sistemas de distribución de circuito cerrado tienen el potencial de mejorar sustancialmente la gestión de diabetes y la seguridad de los pacientes», añadieron.
La diabetes tipo 1 se genera cuando las células beta que producen insulina en el páncreas son destruidas por el sistema inmunológico. La destrucción de estas células hace necesario un tratamiento para controlar el nivel de la hormona en la sangre.
El mayor problema para los pacientes que sufren la diabetes tipo 1 es controlar sus niveles de glucosa porque el control ajustado aumenta la incidencia de hipoglucemia, niveles peligrosamente bajos de glucosa.
El tratamiento convencional es el uso de bombas de insulina que proporcionan dosis continuas de insulina pero incluso con esta terapia se siguen produciendo casos de hipoglucemia.
El doctor Ahmad Haidar, del Institut de Recherches Cliniques de Montreal y de la Universidad McGill, y uno de los autores del estudio, dijo a través de un comunicado que «lo que más temen los pacientes es la hipoglucemia que sigue siendo el efecto negativo más común a la terapia de insulina».
EFE