Un país que no tiene un Presidente que lo dirija y lo lleve por el camino del desarrollo, la ética, la moral, y que por el contrario reine la incertidumbre y se nota la falta absoluta de condiciones que garanticen la paz y el bienestar de sus ciudadanos, habrá de ser un pobre país.
Cuando una nación pierde su confianza en las autoridades que deben hacer respetar y cumplir lo que dice la Constitución y a la vez le hace creer al pueblo que han actuado cumpliendo con su sagrado deber de administrar justicia, habrá de ser un pobre país
Cuando el Poder Moral no sabe honrar su compromiso con sus conciudadanos y se pone al lado de lo que realmente va en contra de los principios fundamentales de los intereses del pueblo, habrá de ser un pobre país.
Cuando los diputados de una Asamblea Nacional no legislan para encontrar las soluciones que realmente son prioritarios para el bienestar y la convivencia de sus electores y que además se limitan sólo a velar por los intereses de su organización política, habrá de ser un pobre país.
Cuando el sistema electoral no comprenda que su misión es absoluta y total con todos los electores y no con una parte de ellos y que además en vez de crear confianza siembre la desconfianza para evitar que un sector de la población no vote, habrá de ser un pobre país
Un pobre país se forma por las mezquindades y la falta de decoro de los que han de dirigir los actos y los hechos de importancia para lograr el progreso y velar por que cada día se alcance un nivel de vida superior y no que en vez de subir en la escala del perfeccionamiento haga bajar y ataque a uno de los extractos sociales que se ha mantenido en la lucha y en la búsqueda de un sistema de vida, que no entienda que la salud, la seguridad, la alimentación, el trabajo y la educación son los factores de progreso de los pueblos del mundo, habrá de ser un pobre país.
Un pobre país es el que no entiende que los hombres y las mujeres deben tener un pensamiento plural que les permita desarrollarse en el ámbito político y poseer bienes sin tener que temer que se lo expropien o se lo invadan, en donde se respete el derecho a disentir y pertenecer a la organización política, gremial o profesional que tenga ha bien escoger, habrá de ser un pobre país.
Un pobre país se forma con la arrogancia y la petulancia de quienes los gobiernan y no quieren reconocer que hay de ciudadanos que los adversan y que se valen de su mayoría para denigrar y hacer y deshacer a su antojo, habrá de ser un pobre país.
Para evitar ser un pobre país hay que llamar a la convivencia política con el fin de que se puedan encontrar los intereses que favorezcan a todos los nativos de una nación, brindarle apoyo y garantizarle la imparcialidad en la aplicación de la justicia, la salud, la seguridad, la alimentación, el trabajo y la educación, recordemos la frase del Padre de la Patria, Simón Bolívar, cuando dijo: “Uníos o la anarquía os devorará”.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com