El jefe del Gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, se vio señalado el jueves por primera vez en un escándalo de corrupción de su partido, según una información publicada por el diario El País que estrecha el cerco sobre los altos dirigentes del país.
Con gritos de «¡Dimisión!» y «¡Ladrones!», centenares de manifestantes se concentraron en la tarde del jueves ante la sede nacional del gobernante Partido Popular, en Madrid.
«¡Este presidente es un delincuente!» o «¡Ahí está la cueva de Ali Babá!», corearon también los concentrados, convocados con mensajes por las redes sociales y mantenidos a distancia por un cordón policial.
Las revelaciones sobre una presunta contabilidad oculta que benefició a altos mandatarios de la formación fueron desmentidas inmediatamente por el PP, que preside Rajoy desde 2004.
La contabilidad del partido es «clara, única, transparente y limpia, y sometida regularmente al Tribunal de Cuentas», aseguró María Dolores de Cospedal, la número dos del PP, desmintiendo «tajantemente» el contenido de los documentos.
«No tenemos absolutamente nada que ocultar», subrayó.
Pero con el país sometido a una austeridad histórica y afectado por un desempleo galopante que supera el 26% de la población activa, esta información incrementa las sospechas sobre unos políticos que ya se enfrentan a una grave falta de credibilidad.
El malestar es aún más profundo al multiplicarse los presuntos casos de corrupción que salpican a las más altas instituciones del Estado.
Sylvie Groeult / AFP