El vicepresidente de la República, Nicolás Maduro, volvió a insistir hoy en sus amenazas a quienes pretendan «jugar con el hambre del pueblo» y aseguró que las denuncias que han surgido en las últimas semanas sobre escasez de alimentos en el país responden a presuntos planes de golpe contra el Gobierno.
«A la burguesía que pretenda jugar con el hambre del pueblo, nosotros vamos a ir con la ley, con todo (…) Con el pueblo y con la lanza del pueblo, no va a haber contemplaciones para el que pretenda sabotear al pueblo», subrayó Maduro durante un acto por el 196 aniversario del nacimiento del prócer Ezequiel Zamora.
Aseguró que «de buena fe» han invitado a los empresarios del sector de alimentos a dialogar y que algunos «han reaccionado positivamente», pero denunció que otros están en «jugaditas contra el pueblo».
El Gobierno ha insistido en repetidas ocasiones en las últimas semanas en sus denuncias contra «acaparadores» en momentos en que hay escasez de alimentos como el pollo, la harina, la leche o el azúcar; un problema que se achacan mutuamente el Gobierno y los empresarios.
«El que quiera trabajar, vamos a trabajar, pero sabemos (…) que ellos están detrás de unos pasos raros y no nos la vamos a calar (aguantar)», advirtió Maduro.
Después de que días atrás el Gobierno denunciara supuestos planes de atentado contra Maduro y el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, el vicepresidente volvió a denunciar planes contra el Gobierno que encabeza en ausencia del presidente, Hugo Chávez, en Cuba tras la operación a la que se sometió el 11 de diciembre.
«Ellos dicen (…) como el presidente Chávez está recuperándose en La Habana, ahora está ahí el tenientico (Cabello), el autobusero (Maudo) y el gobiernito que tienen, llegó la hora de dar el golpe», sentenció el vicepresidente.
Llamó a la población a estar «mosca» (atento) y a no caer en las «campañas de la burguesía», para que adquieran más productos de los necesarios. Además, reiteró que «ellos», sin identificarlos, «están jugando con candela» y afirmó que si hubiera desestabilización el pueblo iría en la calle «a radicalizar aún más la revolución socialista».
EFE