La desastrosa gestión de concejales y alcaldes es ahora cuando aparece. Hicieron lo que vieron hacían sus jefes: Repartir limosnas, cobrar comisiones, insultar a los opositores y hacer proselitismo para quedarse con el coroto
Cada vez es más evidente que la selección de candidatos por las bases del PSUV se aleja de la democracia participativa y protagónica establecida en la Constitución y, mucho más, de la que el Gobierno les exige a las universidades, sindicatos, gremios y, en general, al resto del país. Los neo demócratas psuvistas lo son cuando se trata de elecciones que realizan otros, pero, cuando se trata de las que ellos deben efectuar, restringen la participación, la adecúan a los intereses de las cúpulas y, en definitiva, colocan a los organismos de dirección partidista en capacidad de alterar las decisiones de las bases, llevando las decisiones a ser de tercero o cuarto grado. ¿Democracia directa? ¿Qué es eso?
Comienzan por calificar a los militantes entre quienes participaron electoralmente y quienes no lo hicieron. Los 7 millones de inscritos les sirven para llenarse la boca y decir que son el partido más grande del mundo, pero, a la hora de votar, aparece una realidad que se les ha dicho muchísimo y que nunca han aceptado: Quienes participan si acaso llegan a la mitad del total y, con toda seguridad, son mucho menos. Ahora, a la hora de elegir los candidatos a concejos (con “c”) municipales y a las alcaldías, parece que es mejor que sean poquitos quienes voten y no los que teóricamente deberían. Se trata, sin duda, de las contradicciones que las conductas acomodaticias siempre originan.
La presencia de los consejos (con “s”) comunales llevaría a que las decisiones sean de segundo grado, como algunos articulistas lo han señalado. Y si luego, los organismos del partido son quienes deciden en la mayoría de los casos (ganadores con menos del 50% de los votos), la voluntad del elector inicial desaparece y con ella la democracia participativa. ¿Por qué si en otras partes quieren que vote hasta el gato, no dejan que cualquiera pueda postularse, con un respaldo de cierto número de personas, y luego los militantes del PSUV deciden sus candidaturas? Ah… Lo que el reglamento del PSUV debería decir es que los alcaldes y concejales que no hayan presentado sus informes de actividades a sus representados, como la Constitución lo dicta, no podría aspirar.
La desastrosa gestión de concejales y alcaldes es ahora cuando aparece. Hicieron lo que vieron hacían sus jefes: Repartir limosnas, cobrar comisiones, insultar a los opositores y hacer proselitismo para quedarse con el coroto. Alumnos aventajados, sin duda… Otro vicio son las maquinarias de quienes están en el poder: estructuras financiadas con el presupuesto público por gobernadores, alcaldes y concejales, para hacer elegir a su gente (cualquier parecido con las mafias italianas o rusas es pura campaña oligárquica). Se atraviesa también, como vicio a tener en cuenta, las relaciones consanguíneas o por afinidad de los postulados con los jefes, las cuales pueden determinar la decisión final (nada que ver con las monarquías). ¿Y los candidatos del resto del Polo Patriótico?
Luis Fuenmayor Toro