El presidente iraní también señaló que “si alguien levanta un bastón para imponer algo al otro, eso es inaceptable”
EGIPTO. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dijo ayer en El Cairo que su país ha rechazado un diálogo directo con EEUU sobre el programa nuclear iraní porque lo considera “incompatible con el respeto mutuo” y se trata de una “imposición”.
En declaraciones a la prensa en la residencia del encargado de negocios iraní en la capital egipcia, Moshtabi Amani, el mandatario recalcó la necesidad de que el diálogo y las conversaciones se lleven a cabo en una relación de igualdad.
“Si los estadounidenses corrigen la forma de hablar y de cooperar, los asuntos marcharán mejor, y si respetan los derechos humanos del pueblo iraní y lo tratan con justicia aceptaremos sus puntos de vista”, subrayó Ahmadineyad, según las declaraciones difundidas por la agencia oficial egipcia, Mena.
El presidente iraní también señaló que “si alguien levanta un bastón para imponer algo al otro, eso es inaceptable”.
En esa misma línea, el líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, rechazó hoy cualquier tipo de conversaciones directas con Estados Unidos bajo presión, un día después de que Washington anunciase nuevas sanciones a la República Islámica.
El pasado 2 de febrero, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden dijo que “aún hay margen para la negociación” con Irán y que su país “estaría dispuesto a mantener una reunión bilateral, siempre que no sea secreta”.
La comparecencia de Ahmadineyad tuvo lugar tras una reunión con personalidades políticas como el miembro de los Hermanos Musulmanes, el juez Mahmud al Hodeiri, el exdiputado Esam Sultán, el dirigente del partido Al Wasat, Abulaela Madi.
Un joven protagonizó un incidente en la recepción de la residencia iraní al dirigirse a gritos a Ahmadineyad e increparle con gritos como “muerte a Bachar” al Asad, presidente sirio.
El presidente iraní viajó a El Cairo para participar en la XII Cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), que clausuró hoy sus puertas, en la primera visita de un jefe de Estado de Irán a Egipto desde 1979.
El Cairo y Teherán rompieron sus lazos ese año tras el triunfo de la revolución iraní, después de que el Gobierno egipcio decidiera acoger en su territorio al depuesto sha, Mohamed Reza Pahlevi, y debido a la firma de los acuerdos de paz de Camp David entre Egipto e Israel.
Agencias