No es un secreto que el principal problema de los venezolanos es la inseguridad, como tampoco lo es que el homicidio es el principal delito, con tasas que superan los 48 homicidios por cada cien mil habitantes, según cifras oficiales. Para los expertos e investigadores los homicidios estarían por encima de los 60 por cada cien mil habitantes, con lo que la vida no es un derecho humano sino definitivamente un privilegio en Venezuela. Hay homicidios que pasan desapercibidos.
La muerte se ha convertido en algo cotidiano. Nuestra cultura no es la de la vida, es la de la muerte. Las armas de fuego, los secuestros y hasta los homicidios no nos sorprenden, por el contrario, ya son asumidos con una macabra naturalidad. No obstante, analizando este tema desde lo profesional y no desde lo político, es relevante advertir a las autoridades nacionales, estadales y municipales, que de manera peligrosa está creciendo el homicidio en la ejecución del secuestro o del robo a mano armada.
Esto no es normal y escapa de la violencia homicida tradicional. Estoy segura que las autoridades ya están al tanto de esto. Quiero convencerme de que están tomando nota sobre como el patrón criminal se está desplazando de una manera grave a algo que no sucedía. Lo clásico era que los secuestradores mantuvieran su rol en la búsqueda clara de dinero rápido bajo la privación de libertad y la coacción a la víctima con amenaza clara sobre su vida, pero la regla es que, efectuado el pago, en cualquier monto, se lograra la liberación sin atentar contra la vida de la víctima, inclusive y aunque suene paradógico la víctima de secuestro por lo general no es víctima de ningún tipo de agresión física, sino más bien sicológica, y esto se debe a que los secuestradores son expertos y manejan su papel con un profesionalismo delincuencial que los separa de la tipología del homicida, del violador y del vulgar ladrón. Están en otro nivel. Los tres homicidios ocurridos en el Municipio Sucre en los últimos diez días deben ser evaluados.
Todos en la misma Parroquia Leoncio Martínez, en la zona de Los Dos Caminos y los Chorros: el de un joven en medio de una balacera, una joven abogada de 27 años también fue asesinada se presume que el móvil fue el robo de vehículo y, el más destacado, el hijo del político Claudio Fermín, se presume el mismo móvil. Todo esto ha llevado a desarrollar algunas notas de prensa en las que se habla de una banda de robo de vehículos en el sector. La pregunta es ¿Si todo el mundo sabe y conoce que se trata de una banda por qué razón sigue actuando de una manera tan impune? Sumados a estos hechos resalta el homicidio de la madre de la Fiscal 46 del Ministerio Público, quien fue secuestrada el 04 de febrero, luego de pedir el rescate fue asesinada.
No se necesita ser un experto para saber que están incursionando en el secuestro y en el robo de vehículos personas inexpertas, que han migrado de otros delitos menos organizados y que experimentan la búsqueda de dinero fácil, pero que no tienen el control suficiente para no agredir a las víctimas, quienes son su conejillo de india. Suena cruel, pero están practicando con seres humanos el postgrado delictivo que desarrollan seres sin escrúpulos y que puedo apostar tienen claros antecedentes penales por delitos como homicidio y robo a mano armada. El mensaje de impunidad que está llegando a los grupos delictivos es brutal. La impunidad se logra a través de la corrupción y de la ineficiencia de las instituciones. Sería muy interesante indagar por què personas condenadas a penas superiores a los 20 años están en la calle. Resultaría muy importante que cabezas de los poderes públicos se avocaran a revisar caso a caso ¿dónde están las bandas organizadas capturadas en los últimos meses? ¿Cómo se justifica que secuestradores capturados casi en flagrancia, estén libres y cometiendo otros delitos? ¿Cuántas personas han sido condenadas por secuestro express? Resulta de Perogrullo la respuesta y no es otra que la posible, factible, existencia de redes delincuenciales que han penetrado en algunas estructuras del sistema de justicia que están permitiendo que la impunidad se consiga sin inconveniente.
Aquellos jueces y fiscales que pudieran estar permitiendo que la corrupción penetre en sus estructuras, son los financistas directos de las muertes que en la ejecución de robos y secuestros se están cometiendo. Los planes positivos que se han desarrollado y que siempre enumero como: las actividades de homologación y transformación de cuerpos policiales del Consejo General de Policía, las buenas políticas y campañas que desarrolla la Comisión Presidencial para el Desarme, la experiencia valiosa de la Universidad Experimental de la Seguridad, y el buen diseño que, como política pública, contiene la Misión A toda Vida Venezuela, están siendo arrastradas a un barranco por la reinante impunidad, la corrupción y la falta de oportuna respuesta a las víctimas por parte del sistema de justicia. No se puede decir que no se ha hecho nada, pero lamentablemente pareciera que hacen más aquellos que obran haciendo del crimen y de la muerte su propia y particular industria.
El financiamiento de estructuras criminales es asombroso. Los vehículos que utilizan, los tipos de armas de fuego y municiones, el desplazamiento y la libertad con la que se conducen en todos los espacios y la certeza con la que aseguran serán liberados, es nauseabunda. No se trata de oficialismo vs oposición, se trata de la vida vs la muerte. De la justicia vs la impunidad. De la rectitud vs la corrupción. Es hora de pensar en la vida y para eso hay que quitarse el chaleco de los partidos hay que ser humilde como gobierno y sensato como oposición. Estamos en una hora menguada. Vivimos en el pánico y así nada funciona. Mosca, mosca con lo que estamos sembrando porque lamentablemente no alcanzarán las morgues, ni los cementerios, ni las lágrimas para cubrir tanta mortandad.
TIPS PARA QUE TE DEFIENDAS
- Urge una integración real y sincera de los políticos en torno al tema de la inseguridad. Tanto en territorios regidos por unos como por otros hay crecimientos asombrosos de las muertes violentas en la ejecución del secuestro, por ejemplo casos de los Municipios Chacao, Sucre y Baruta.
- Es impostergable la realización de un mapa criminal que determine las tipología delictiva de estas nuevas bandas que no controlan la ejecución de sus actos criminales y que han culminado sus acciones delictivas planificadas como robo y secuestro en homicidios.
- La sociedad civil debe salir del letargo y activarse en la defensa de su derecho humano a la seguridad. Por favor no bajo la manipulación de quienes quieren hacer campaña con la muerte de alguien, sino como un sentimiento social real de exigencia y participación activa en defensa de la vida.
- Debe exigirse a los representantes de las cabezas de los cuerpos policiales de todos los niveles, y de los entes de investigación criminal y del sistema de justicia, sinceridad en la persecución y sanción de aquellos funcionarios: policías, fiscales y jueces, que puedan estar vinculados con hechos de corrupción que estarían contribuyendo al crecimiento desmedido de los índices delictivos.