Miguel López Trocelt
Si se devalúa, le bajará la presión al mercado paralelo, se racionalizarán aún más la entrega de divisas, habrá más dólares para enfrentar las requisiciones; y aunque no lo crean, bajarían los precio
Cada vez que se asoman las cifras oficiales del área económica, inmediatamente se entra en dudas, si las mismas son creíbles, o si se acercan a la realidad y o si por el contrario, sufrieron alteraciones. En fin, la mayoría de las veces no se puede confiar en las mismas.
Esto se puede verificar en muchas informaciones. La primera de ella se refiere a los índices del costo de la vida en Venezuela. Ya a principios de este año, la gente de Analítica, que es una agencia seria de estudios económicos, lo dijo: «… el Banco Central de Venezuela maquilla las cifras de inflación… »
Y no debe estar lejos de la verdad, debido a que si se comparan las cifras de aumento de los principales alimentos de la dieta diaria del venezolano, se observa que lo que se paga ahora con respecto al pasado año es casi el doble, y eso que hay controles de precios.
Asimismo, las cifras de producción venezolana de petróleo son un verdadero acertijo. El gobierno sostiene que la misma se incrementó entre 2011 y 2012, pasando de 2,79 a 2,80 millones de barriles diarios de crudo, mientras la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo, la Asociación Internacional de Petróleo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y otras agencias multilaterales calculan que la producción más bien disminuyó de 2,38 barriles diarios en 2011 a 2,35 b/d en 2012.
Incluso, algunos la sitúan en 2.20. Los responsables de la gestión financiera, advierten que el país no tiene problemas de este tipo, sin embargo al observar casos como el de Sidetur, por ejemplo, no se explica entonces porque no bajan los recursos.
Luego de la nacionalización o expropiación de la empresa, por motivo de causa pública» en el 2010, para enero del 2013 había que cancelar las comisiones e intereses que se generaban para los tenedores de la emisión de bonos que por 100 millones de dólares había emitido la empresa a través del Deutsche Bank.
Lo cierto es que debían reponer esos compromisos y ahora están tratando de tapar ese desliz desde hace más de una semana, y aún no se ve el dinero por ningún lado, y eso que son unos piches milloncejos de dólares, a una administración fiscal que le entran entre 80 y 90 mil millones de dólares anuales.
Será que ya está influyendo el pago obligatorio por amortización de capital e intereses autorizados de la deuda externa, que para este 2013 prevé una erogación de 18 mil 425 millones de dólares adicionales (algo más del 40 % más que en el 2012). Los voceros gubernamentales advierten a diestra y siniestra que no vendrá ninguna modificación de los cambios oficiales de divisas con respecto al bolívar.
Incluso mandaron a callar a un extitular de las Finanzas Públicas que dijo que vendría. Si se devalúa, le bajará la presión al mercado paralelo, se racionalizarán aún más la entrega de divisas, habrá más dólares para enfrentar las requisiciones; y aunque no lo crean, bajarían los precios… De allí que, decir que no habrá reformas al tipo de cambio, es sencillamente poco serio.