Enfermera responsable está en fuga
Una mujer de 29 años falleció al recibir inyecciones de biopolímeros en el interior de una vivienda ubicada en el barrio Los Aguacaticos de San José, en Caracas, aplicadas por una enfermera que ejercía de estética de manera ilegal en la zona y que actualmente está dada a la fuga.
La víctima fue Lisbeth Chirinos (29). Desde hace tres meses mantenía un noviazgo con un joven de la zona y a través de él conoció a la enfermera, que según fuentes policiales está identificada como Génesis Gil, conocida por el apodo de «Claribel», quien labora en una clínica capitalina y donde al parecer obtenía los insumos para usarlos en su negocio particular.
Las inyecciones fueron aplicadas el día sábado en la casa de la enfermera. De allí, Chirinos pasó a la casa de su novio, ubicada a pocos metros, donde se quedó sola, pues su pareja estaba en la playa con varios familiares. Durante la tarde se escribieron varios mensajes entre la enfermera, la víctima y su pareja, sobre los mareos y lo mal que se sentía. El novio decidió volver a su casa cuando la enfermera le dijo que la mujer podía quedar paralítica.
El novio llegó a la 1:30 de la madrugada del domingo, donde halló el cadáver de Chirinos. Corrió en busca de la Guardia Nacional y éstos del Cicpc, quienes procedieron a levantar el cuerpo.
Al parecer la enfermera había hecho un curso de estética meses antes. La víctima dejó tres hijos, un niño de diez años y gemelos de ocho años. Trabajaba como cajera en una zapatería.
Los familiares de la mujer acudieron este martes a la morgue de Caracas para denunciar el hecho y que el caso se de a conocer a la luz pública. Ángelo Chirinos, hermano de la víctima, aseguró que la familia desconocía que Lisbeth se había sometido a las inyecciones.