Alfredo Sadel grabó más de 2 mil canciones, recogidas en cerca de 200 discos de 78 RPM y unos 130 de larga duración editados en diversos países
“Yo nací en una ribera del Arauca vibrador. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol y del sol”. Nada más reconfortante que escuchar nuestra sentida Alma Llanera interpretada por el tenor favorito de Venezuela, Alfredo Sadel.
A 91 años del nacimiento de Alfredo Sadel, aún se le recuerda por perpetuar su nombre y el de Venezuela a nivel internacional. Hoy, además de ser añorado como el tenor favorito de Venezuela, se le honra a través de una fundación y una plaza que llevan su nombre.
Irónico resulta el hecho de saber que si Alfredo Sadel hubiese debutado en estos tiempos, pocos nos hubiésemos enterado, pues el gran tenor venezolano no sólo debutó en el año 1946 en Radio Caracas Radio (RCTV), donde grabó su primera canción, titulada Desesperación, sino que también fue el artista estelar en la inauguración de RCTV en 1953.
MAS QUE UNA GRAN VOZ
Considerado por muchos como el cantante popular y lírico más importante en la historia musical de Venezuela, Alfredo Sadel nació en Caracas un 22 de febrero de 1922. En agosto de 1947 ingresa al programa Caravana Camel que transmitía Radiodifusora Venezuela y un año después se produce un importante momento en su carrera, ya que graba el pasodoble Diamante Negro, primer disco de fabricación nacional, que constituyó un éxito de ventas y el inicio de una ascendente trayectoria musical.
En Estados Unidos fue considerado todo un ídolo, tanto que era llamado “El artista latino más popular de la televisión norteamericana” por la agencia United Press. Su éxito no quedó sólo en la nación norteamericana, la isla de Cuba se rindió a sus pies cuando en 1955 hizo su debut en La Habana.
Con motivo de la inauguración del Salón Naiguatá del Hotel Tamanaco, en 1954, se presentó Sadel como el gran atractivo en la Caracas de la época. Luego de ésto, realiza giras por todo el Caribe y en 1955 graba Mi Canción, primer disco de 12 pulgadas de larga duración en la discografía latinoamericana con el sello RCA Víctor, que fue condecorado por Marcos Pérez Jiménez, junto a la primera Miss Mundo venezolana, Susana Duijim.
Sadel compartió su carrera como cantante con la actividad sindical, promoviendo en 1947 la fundación de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena. En 1958, regresa a los Estados Unidos contratado por la Metro Goldwyn Meyer para sustituir a Mario Lanza en Hollywood, actuando en el Ed Sullivan Show y el Firestone Show en Nueva York.
En 1961, se produce el gran salto de Sadel hacia el canto lírico con la zarzuela Los Gavilanes, presentada en el Teatro Nacional de Caracas. En este nuevo período de su vida artística participó en el Carnegie Hall de Nueva York en el estreno de la ópera cubana Cecilia Valdez, tras lo cual emprendió giras para presentar Rigoleto, El amigo Fritz, El barbero de Sevilla, Carmen, Don Carlos, Lucía, Tosca, La Bohéme, El buque fantasma y Don Pascuale, entre otras, por toda América, además de Alemania, Belgrado, Hungría, Suiza, España y la Unión Soviética (1967 y 1968), convirtiéndose en el primer cantante lírico venezolano en llegar a Siberia y a otras 14 naciones.
En 1977, en un intento por institucionalizar la ópera en Venezuela, organiza una gran temporada en la Universidad Central de Venezuela, que se extiende a otras ciudades del país, participando también en temporadas de zarzuela en el Teatro Nacional.
Durante la década de los ‘80, Sadel se presentó en la temporada de Zarzuelas en el Teatro Nacional de Caracas. Había aumentado de peso, sin embargo, él bromeaba al respecto diciendo: “El tenor más flaco pesa 80 kilos”. Este detalle físico no le impidió emprender giras y deleitar a su público con sus canciones.
Al final de esta década descubre que tiene cáncer en los huesos. A pesar de la enfermedad, continuó sus giras y presentaciones. Fue a Colombia, actuó en el Teatro Universidad de Medellín, el Teatro Fundadores de Manizales y el Teatro Colón de Bogotá. En 1988 y 1989 se presenta en el teatro Teresa Carreño junto con la Orquesta Sinfónica Venezuela en conciertos que marcaron su despedida.
En mayo de 1989, aceptó cantar nuevamente en el Teatro Teresa Carreño, acompañado por Pedro Mesías. Esta fue la última presentación del cantante. Sadel murió en Caracas el 28 de junio de 1989. El gobierno decretó tres días de duelo y en las radios sonaban sus canciones a manera de honra para la memoria de una de las voces más importantes de Venezuela.
En total Alfredo Sadel, grabó más de 2 mil canciones recogidas en cerca de 200 discos de 78 RPM y unos 130 de larga duración editados en diversos países. La fundación que lleva su nombre los recopiló en discos con tecnología digital, en una serie denominada “Documentos Alfredo Sadel”, de modo que su voz y su memoria estén siempre presentes en el acervo cultural venezolano.
Edda Pujadas, @epujadas.-