Los 117 purpurados elegibles para escoger a su sucesor entrarán a la Capilla Sixtina para el cónclave, que se espera que comience a mediados de marzo y dure varios días
VATICANO. Tras el papado de casi ocho años de Benedicto XVI, los cardenales que elegirán al próximo Sumo Pontífice son más europeos, más conservadores y más «romanos» que en el cónclave que eligió a Joseph Ratzinger en 2005.
Benedicto XVI ha seleccionado cuidadosamente a más de la mitad de los hombres que elegirán a su sucesor. El resto fue nombrado por el difunto Juan Pablo II, con el que el Papa alemán compartía una determinación por reafirmar un catolicismo más ortodoxo en el nuevo milenio.
Esos dos papas se aseguraron de que cualquier hombre que obtuviera el tocado rojo de cardenal estuviera firmemente en línea con las doctrinas católicas clave que respaldan el celibato sacerdotal y la autoridad vaticana, y que se oponen al aborto, al sacerdocio femenino, al matrimonio entre homosexuales y a otras reformas liberales.
Con una doctrina conservadora asegurada, los cardenales y altos cargos de la burocracia vaticana, o Curia, dijeron que el foco ahora está en otros temas, como la edad del candidato, su nacionalidad y las cualidades que puede aportar al papado.
«El tema principal es si queremos un papado más largo o no», comentó el cardenal Kurt Koch, de 62 años y jefe del departamento vaticano para la unidad cristiana y las relaciones con los judíos. También añadió que podía darse «un Papa latinoamericano o africano».
El cardenal Theodore McCarrick, el arzobispo retirado de Washington, dijo que el nuevo Papa debe, en primer lugar, ser capaz de comunicar el mensaje de la Iglesia, especialmente a los jóvenes.
«No necesitas forzosamente a una estrella de rock, pero necesitas a alguien que pueda hablar a los jóvenes», afirmó McCarrick, de 82 años, y que ha pasado del límite de 80 años y por lo tanto no podrá votar esta vez.
«Pero debe ser capaz de mantener bien las cosas en casa (…) y eso no es fácil», agregó, en referencia a la necesidad de una mejor administración de los 22 departamentos de la Curia, a menudo desorganizados, que dictan las pautas para la Iglesia católica, que tiene 1.200 millones de fieles en el mundo.
• LA MAYORÍA DE
BENEDICTO XVI
Benedicto XVI, de 85 años y el primer Papa que renuncia en 600 años, abandonará el papado el 28 de febrero.
Los 117 cardenales elegibles para escoger a su sucesor entrarán a la Capilla Sixtina para el cónclave, que se espera que comience a mediados de marzo y dure varios días.
El límite de edad y el número máximo de 120 electores para un cónclave significa que un Papa puede nombrar nuevos cardenales en la medida en que los más viejos cumplan 80 años. Benedicto XVI ha nombrado a 67 de los electores esta vez – un 57,3 por ciento del grupo de élite.
Eso es casi dos tercios de la mayoría necesaria para elegir al próximo Papa.
«Es bastante extraordinario que haya sido capaz de crear esta mayoría en ocho años», afirmó Robert Mickens, corresponsal del Vaticano para el semanario británico católico The Tablet.
Además de ser más conservador que sus predecesores en las décadas posteriores al Concilio Vaticano Segundo de 1962-1965, afirmó, no existe un conjunto de características comunes para los candidatos a Papa.
Algunos son oradores carismáticos, como el cardenal de Manila, Luis Tagle, de 55 años, mientras que otros, como el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, de 63 años, han adoptado un papel activo al debatir temas de moral en público. Otros son más reclusivos y eruditos.
Un cardenal que solicitó el anonimato dijo que muchos de los obispos y cardenales designados por Benedicto XVI eran más conservadores que los fieles.
«Me asusta porque perderemos a nuestra gente si vamos demasiado a la derecha. Si sonamos más como políticos conservadores que como líderes cristianos, eso es malo para la Iglesia», agregó.
• POSIBILIDADES PARA
los NO EUROPEOS
Aunque un 42 por ciento de los católicos del mundo vive en Latinoamérica, la región sólo cuenta con 19 cardenales electores, uno más que en 2005. Brasil, el país con mayor cantidad de católicos en el mundo, tiene cinco veces más fieles que Alemania, pero un elector menos.
Africa tiene 11 electores, uno menos que en 2005, mientras que Asia ha mantenido a sus 11. Oceanía -Australia, Nueva Zelanda y las islas del Pacífico- cuentan con un solo elector, en comparación con dos en 2005.
El ghanés Peter Turkson, de 64 años, el jefe del departamento vaticano para la paz y la justicia, representa a Africa para los cardenales que quieren un pontífice no europeo, mientras que su experiencia en Roma tranquiliza a aquellos preocupados ante un Sumo Pontífice extranjero.
El cardenal Leonardo Sandri, de 69 años, es un «romano» clásico. Nacido y criado en Argentina e hijo de inmigrantes italianos, ha pasado su vida adulta en la Curia o el servicio diplomático vaticano, lo que le ha dado buenos contactos, pero lo ha hecho poco conocido entre los cardenales en el exterior.
Marc Ouellet, de 68 años, un amable administrador de personal como jefe de la congregación vaticana para obispos, tiene una imagen seca, pero es «tricontinental». Como teólogo intelectual canadiense trabajando en Roma, tiene una larga experiencia en Latinoamérica.
Un alto cargo de la Curia que solicitó el anonimato dijo que la especulación sobre las posibilidades de cualquier cardenal de convertirse en Papa debido a su edad u origen nacional descuida un elemento clave en una elección papal.
«No se olviden de la catolicidad, la universalidad, de la Iglesia católica. Los cardenales estarán pensando en el mejor hombre para el trabajo, no necesariamente en encontrar un equilibrio geográfico o a alguien diferente del último Papa», comentó.