Después de 10 semanas en Cuba rodeadas de silencio, el anuncio del regreso a Venezuela del presidente Hugo Chávez trajo todo tipo de interrogantes, desde sus tratamientos contra el cáncer y cuán delicada es su salud, hasta los fines políticos que motivaron su retorno.
Todo comenzó con tres tuits de la cuenta de Chávez el lunes temprano, diciendo que estaba de vuelta en el país. El gobierno precisó luego que el mandatario había llegado a Venezuela las 2:30 am y que había sido trasladado al Hospital Militar de Caracas para continuar con sus tratamientos.
El gobierno, sin embargo, no difundió imágenes nuevas del presidente. Sus partidarios celebraron en las calles para darle la bienvenida. Algunos dijeron que querían verlo para darse una mejor idea de cómo está.
El anunciado retorno de Chávez a Caracas ocurrió menos de tres días después de que el gobierno dio a conocer las primeras fotografías del presidente en más de dos meses. Chávez aparece recostado en una cama y sonriente junto a sus hijas, pero con el rostro hinchado.
El hecho de que el lunes no hubiese imágenes nuevas de Chávez subrayó muchas de las preguntas sin respuesta sobre cómo está en su lucha prolongada con un tipo desconocido de cáncer pélvico.
El ministro Villegas rompió a cantar en la televisión el lunes por la madrugada, feliz por el retorno de Chávez. Los empleados de la televisión estatal se le sumaron, aplaudiendo y celebrando. Un muñeco inflable gigante con la imagen de Chávez fue colocado en una esquina del edificio de la Asamblea Nacional.
En una entrevista con la emisora Radio Unión, Villegas reiteró que Chávez sigue delicado de salud y que su regreso al país no cambia la «circunstancia difícil en la que ha venido estando».
El vicepresidente presidió más tarde una reunión de gabinete en el palacio presidencial, que fue televisada pero que no ofreció detalles adicionales sobre Chávez. «Triunfará», dijo Maduro al término de la reunión, mientras en la señal de televisión se superpuso una imagen del rostro de Chávez sobre la mesa ovalada.
Cientos de partidarios de Chávez celebraron su regreso en la Plaza Bolívar del centro de Caracas, coreando su nombre y mostrando fotos del presidente. Los partidarios también se reunieron afuera del hospital militar, vistiendo las camisetas rojas del movimiento socialista de Chávez.
Seis empleados del hospital a quienes se les preguntó sobre el presidente dijeron que no lo habían visto. Yusmeli Terán, una camarera que sirve comida a los pacientes del hospital, dijo a The Associated Press que la zona donde Chávez estaba siendo atendido en el noveno piso es un área restringida y que todo el lugar, desde la planta baja, está bajo un fuerte resguardo de militares y policías. «Nadie lo ha visto para nada. Llegué hasta el piso 4 nada más», dijo Terán.
La afección precisa de Chávez y el tipo de tratamiento contra el cáncer al que se somete siguen siendo un misterio. Recientemente han aumentado las conjeturas de que él podría verse incapaz de seguir en la presidencia.
El médico Carlos Castro, director de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, dijo a The Associated Press que es muy probable que el gobernante tenga que renunciar, ante el tratamiento «muy intenso y complejo» que debe seguir Chávez para combatir el cáncer, que le reincidió en diciembre.
«El futuro del presidente Chávez está digámoslo cantado. El cáncer que tiene no lo va a dejar desafortunadamente y él regresa a continuar su batalla, pero sí creo que él (está) consciente que la pelea contra el cáncer por más que él la quisiera ganar no la va a ganar», agregó Castro en entrevista telefónica desde Bogotá.
La Constitución venezolana dicta que si un presidente muere o renuncia se debe convocar a nuevas elecciones dentro de los siguientes 30 días. El propio Chávez sugirió esa posibilidad antes de viajar a Cuba en diciembre, diciendo que si era necesario, Maduro debería ser el candidato del oficialismo para relevarlo.
El retorno de Chávez podría ser aprovechado para darle impulso político a su posible sucesor, así como para ganar tiempo para consolidar a esa persona antes de una posible nueva elección presidencial de este año, estimó Luis Vicente León, directivo de la encuestadora Datanálisis.
El arribo del gobernante al país le da «cierto respiro emocional y de conexión al gobierno», que ya había empezado a verse presionado por la «base chavista» que comenzaba a inquietarse por la prolongada ausencia de Chávez, agregó.
Algunos conjeturaron que con Chávez de nuevo en Venezuela, él podría finalmente prestar juramento, pero los funcionarios del gobierno no han abordado esa posibilidad todavía.
AP