LISBOA. La multinacional suiza, Nestlé retiró hoy de manera voluntaria todos los embalajes de una lasaña destinada a la restauración que comercializaba en Portugal y en la que se han detectado vestigios de carne de caballo. Según declaró ayer el responsable de comunicación de Nestlé en Portugal, António Carvalho, se ha retirado de restaurantes, hoteles y cafeterías un lote del producto cuyo contenido de carne equina era mayor al 1%, lo cual supone «adulteración o grave negligencia» según las autoridades.
Pero la medida «no se debe a un problema de seguridad alimentaria, porque la carne de caballo es perfectamente consumible por los humanos, sino una cuestión de fraude en el etiquetado», indicó Carvalho. Desde la firma también se indicó que están suspendidas las relaciones con la empresa alemana H.J. Schypke, un subcontratista de su proveedor JBS Toledo N.V. que suministraba la carne de ese producto.